Por mucho que presuman se quedan en burros |
Hace un tiempo escribí una entrada que hablaba de esas personas que son mulos con arreos de caballo, que quieren aparentar algo que no lo son, y como decía mi amigo Irenarco García Albarracín son unos “gomeleches” ya que el sinónimo de pijo en su tierra colombiana era “gomelito” o “gomelo”. Pero no vamos hablar de los sínonimos del castellano en tierras transatlánticas, sino de otros modos de hacer el ridículo en la clase trabajadora.
Comenzaremos por aquellas que omiten algún apellido por ser muy común y resaltan con creces el otro, aunque este sea el segundo, todo para recordar de la saga familiar que viene, no apercatandose que hoy en día pasan totalmente desapercividos de la sociedad y que lo único que pueden conseguir es ser motivo de burla y risión entre sus conocidos, amen de aquellos que aunque no lleban el apellido porque se ha perdido, les gusta que se les nombre por ese apelativo. Aquí en nuestra Vetusta hay mas de uno y de una también que lo suele hacer y por eso por lo que me decidido escribir estas líneas, por estos y tambien por otros.
Como he dicho al final último párrafo hay mas que les gusta hacer el ridículo, como aquellos que nombran a sus amistades por los estudios que han realizado o por la profesión que desempeñan, y si seguimos podemos también hablar de aquellos que solo nombras sus amistades con estudios o su posición y tambien estos otros que solo nombran a los familiares que ellos creen que les dan categoria y los otros ni tan siquiera los nombra.
Pero todavía hay mas como aquellos que cuando salen a comer fuera tienen luego que visitar a sus amistades o familiares para que estos tengan claro lo que han hecho en el trascurso del domingo, recalcnadole donde han ido, como han ido y de la manera que han comido, que han comido, las conversaciones que han tenido con el profesional de la hosteleria, etc…, un claro ejemplo de persona que no ha comido nunca y que ahora bebe agua no es que meta algo mas por la boca, solo agua y aire.