domingo, 29 de enero de 2012

CIEN AÑOS CUMPLIENDO CON SUS HERMANOS

Stmo. Cristo de la Buena Muerte (Almería)
Foto: E. Jesús Díaz Pérez

Si, hace cien años que nació en el entonces casa de Padres Jesuitas, la Congregación del Stmo. Cristo de la Buena Muerte, advocación esta que a mi corto entender le va muy bien a la Compañía de Jesús.
Desde entonces tantas cosas habrán pasado a través de los días que se trasforman en semanas y estas en meses y estos en años, así hasta sumas 36500 días y algunos mas ya que hay que contar los bisiestos, que en total forman este centenario, el cual ha sido esperado por mas de un cofrade
Pero yo cuándo he leído el blogs de mi buen amigo o mejor dicho de mi hermano en Cristo José Ramón Suárez Ortiz, que se está celebrando este centenario, me he preguntado lo siguiente: ¿Sean cumplido los objetivos básicos por los que se fundó la Congregación?, ¿han realizado su cometida tarea?. Porque si no es así, no sería motivo alguno de celebración, sino  todo lo contrario.
Desde los primeros orígenes de las hermandades y cofradías han sido creadas para ayuda a los hermanos, yo las comparo como una compañía de seguros, desde limosna al hermano necesitado, ayudada al hermano enfermo, auxilio de los huérfanos, a las viudas y enterramientos a los muertos. Y todo esto en torno a una devoción común por todos los hermanos, los cuales devotaban algún mismo pasaje de la Pasión de Cristo. En el caso de la Centenaria Congregación del Cristo de la Buena Muerte fueron un grupo de militares los que la fundaron junto con la Compañía de Jesús, una congregación en torno al pasaje evangélico del momento en el que Cristo exhala su último aliento y apoya su cabeza sobre su pecho. Simbolismo que manifiesta que razón y corazón no están reñidos sino que deben ir cogidos de la mano.
Yo espero que esta Real e Ilustre Congregación Hermandad hayan conseguido sus objetivos mínimos y que ahora cien años después los vuelvan a renovar fijándose otras metas a conseguir. ¡Enhorabuena! Y que cumpláis muchos mas.

jueves, 12 de enero de 2012

LA REINA TAMBIÉN ES MADRE

S.M. la Reina Dº Sofía de Grecia
Por encima o por debajo de todo el guateque con sumario del caso Urdangarín, lo que se aprecia es que está usted pendiente de su hija, la infanta Cristina, que no pasa por su mejor racha, naturalmente.

El corazón de una madre suele tener razones que quizá ignora el corazón de una Reina, (de todo esto le enseñó mucho S.A. R. la Condesa de Barcelona, suegra de usted). No creo que arriesguemos demasiado suponiendo que éste es hoy su difícil caso. Visitó usted en Washington a su hija, siendo este un hecho muy lógico, ya que si no es una madre la que apoya una hija, quien va ha ser.

Por una esquina de la prensa, le censuraron a usted el gesto, algo ilógico desde mi punto de vista, pero conviene pensar que hay momentos en la vida en que toca aparcar un rato el protocolo, y echar mano del ánimo solidario y único de la madre pura, que es lo que también es usted.

Con todo esta historia, se habla mucho del papel del Rey, de la actitud del Príncipe, de la Princesa, de la prudencia de la infanta Elena, y también del papelón del duque de Palma, pero se habla más bien poco de usted, que va y viene preocupada, algo dentro de la normalidad, ya que cualquier madre lo estaría.

Usted lo que ha demostrado es que la Infanta tiene una madre, y eso no va reñido con la justicia, que obrará cuando toque. Nadie de la Familia Real, que sepamos, ha cruzado abiertamente el charco para arrimar el hombro del consuelo, salvo usted. Esto quiere uno verlo como un acto al dictado del corazón, aunque luego traiga mucho trueno de crítica, porque una reina es siempre una reina. Pero madre sólo hay una.

viernes, 6 de enero de 2012

LA EPIFANIA

Adoración de los Magos de Oriente
Si católico significa universal la Epifanía es la fiesta católica por excelencia. Porque es la fiesta de la manifestación de Jesús a todos los hombres. Es la fiesta anti-secuestro. Jesús no quiere dejarse secuestrar ni siquiera por la gente de su familia, por su pueblo natural. Se manifiesta a todos. Se ofrece a todos.

Los magos que vienen de lejos buscando a este misterioso Niño son el símbolo vivo de toda la inmensa gente del mundo entero. De todos los lugares, de todas las razas, de todas las ideologías.

La tradición lo ha querido dejar claro: dice que uno de los Magos es negro. Encarnación de todas las marginaciones. Garantía de que nadie va a quedar fuera de esta manifestación de Jesús.

Es bonito decir "Jesús mío", con la exclusividad que el enamorado da a tal posesivo. Jesús no es de nadie: es de todos. Nació para todos. ¡Tenemos que repartírnoslo! Sabiendo que, en el reparto, cada cual se lleva a Jesús entero. Por eso tal día como hoy nos regalamos cosas. No sólo en memoria de los regalos que los Magos llevaron a Jesús. En memoria permanente de que Jesús es, sobre todo, un regalo universal. De todos por todos, de todos en favor de todos. Ya véis que hemos repetido hasta la saciedad la palabra todos, todos, todos... Sospechosa palabra que choca contra un desarrolladísimo sentido de exclusividad. La historia de la fe en Jesús parece, a veces, una historia de niños que pelean por la posesión de un osito de trapo. Mío, mío, mío...

¿Por qué creéis que los Magos fueron recibidos con tanta suspicacia en Jerusalén? Eran extranjeros. Los extraños, los forasteros, los que vienen de lejos a compartir nuestros bienes. Eso siempre sienta mal a los exclusivistas. Estos Magos eran unos locos. Unos arriesgados. Por una corazonada fueron capaces de romper moldes y meterse en el misterio. Es de suponer que se quedaran muy extrañados de que en el centro mismo de la geografía del misterio nadie diera muestras de haberse enterado de nada. Los pastores habían vuelto a la soledad de sus rebaños y las cosas sucedían como si Él no hubiera nacido, especialmente, para los extraños.

La fiesta de Epifanía es la fiesta de la universalidad, de la generosidad y de la extrañeza. Recorrer por el diccionario las distintas acepciones de las palabras "extrañar, extrañeza, extrañamiento, extraño", es toda una lección de Epifanía. San Pablo aseguraba que la venida de Jesús suponía la abolición de la "extrañeza", de lo extraño. Ya no hay griegos o judíos, negros o blancos, payos o gitanos, nativos o extranjeros. Sólo hay el hombre universal para el que Jesús nace. Los Magos se lo creyeron y, si se descuidan, mueren en el empeño.

Epifanía viene cada año para enseñarnos la generosidad elemental de la universalidad de Jesús. Jesús nuestro, de todos. La fe en Jesús no es un molde. Ni el cauce de un río. Es el universo donde brilla la estrella. El mar sin fronteras. Los Magos han venido de la otra punta del mundo para sacudirnos del cómodo sopor de la propiedad privada, del Jesús poseído en exclusiva.

jueves, 5 de enero de 2012

FELIZ CUMPLEAÑOS MAJESTAD

Acto de Coronación de S.M. Don Juan Carlos I
Rey de España (Roma, 1938). Hijo de don Juan de Borbón y nieto, por tanto, de Alfonso XIII, Juan Carlos nació en el exilio. La dictadura instaurada por Franco al terminar la Guerra Civil (1936-39) mantuvo a la familia apartada del Trono y del país.

Tras vivir con su familia en Italia, Suiza y Portugal, Juan Carlos pasó a España, donde sería educado bajo la tutela de Franco, por acuerdo entre éste y don Juan (1955). Recibió una formación amplia, que incluyó como componente fundamental el paso por las academias militares. En 1962 se casó en Atenas con la princesa Sofía, perteneciente a la casa real de Grecia, con la que ha tenido tres hijos: las infantas Elena, Cristina y el que luego sería príncipe de Asturias, Felipe.

Las negociaciones de Franco con don Juan y la importante renuncia personal que éste hizo al dejar en manos del dictador la educación de su hijo, dieron el fruto apetecido al designar Franco a Juan Carlos como sucesor en la Jefatura del Estado (1969). Desde 1971 las funciones del príncipe se completaron con la previsión de que sustituyera temporalmente a Franco en situaciones de ausencia o enfermedad. Tal situación se produjo, efectivamente, en 1974, cuando Juan Carlos asumió por unos meses la Jefatura del Estado en funciones por enfermedad de Franco.

La muerte de Franco en 1975 conllevó, según las previsiones legales, la coronación de Juan Carlos como rey, restableciendo en España la monarquía de la Casa de Borbón. El nuevo rey sorprendió al mundo impulsando entonces una transición pacífica de la dictadura a la democracia desde la legalidad vigente. Tan pronto como pudo se deshizo del último presidente del gobierno nombrado por Franco -Arias Navarro- y nombró en su lugar a un joven más abierto y liberal: Adolfo Suárez (1976). Con el apoyo continuo del rey, éste llevó adelante la reforma política (1977) y reunió unas Cortes constituyentes democráticas, de las que salió consensuada la Constitución que el pueblo español aprobó en referéndum en 1978.

En tal proceso, don Juan Carlos renunció a la mayor parte de los poderes que había heredado de la dictadura, quedando convertido en un monarca parlamentario con poderes meramente simbólicos y representativos, similares a los que poseen los demás reyes de Europa occidental. Con ello adquirió un gran prestigio internacional y una popularidad generalizada entre los españoles, pilares que han asegurado la continuidad de la monarquía que él encarna.

Su última intervención pública decisiva para consolidar el régimen democrático tuvo lugar en 1981, cuando un intento de golpe de Estado protagonizado por Tejero y Miláns del Bosch, le obligó a salir públicamente en defensa de la legalidad, desautorizando a los golpistas y utilizando su ascendiente sobre los militares para llamarles a la disciplina; con ello contribuyó a desbaratar el golpe y acabó de ganarse el respeto general dentro y fuera de España.

Don Juan Carlos ha desempeñado fielmente las tareas que le atribuye la Constitución, interviniendo mediante consultas con los líderes parlamentarios en la designación del candidato a presidente del gobierno después de cada consulta electoral. Su función de representación del Estado le ha llevado a viajar incesantemente por el extranjero, en apoyo de la política exterior decidida por sus gobiernos; cabe destacar en este aspecto su liderazgo simbólico sobre la Comunidad Iberoamericana de naciones, así como el apoyo a la integración española en las organizaciones occidentales (OTAN y Unión Europea), que se ha producido durante su reinado.

También viaja frecuentemente para visitar las distintas comunidades autónomas que componen el Estado español: en ese aspecto, la actitud abierta que ha demostrado hacia la pluralidad cultural y lingüística, la descentralización política y administrativa y las idiosincrasia de las diferentes regiones ha facilitado el mantenimiento del frágil equilibrio entre unidad y diversidad que diseñó la Constitución de 1978.

lunes, 2 de enero de 2012

EL MITO EXPLICA LA REALIDAD

Los mitos tienen un fundamento, que es la necesidad de explicar algo que preocupa al ser humano. Por eso, la ciencia no desprecia los mitos existentes, sino que trata de darles otra explicación: una que sea comprobable.

Vamos a aprender más aplicando esta idea a un caso concreto.Seguramente habrás oído hablar de los vampiros, o habrás visto alguna película sobre ellos (por ejemplo Drácula es una novela sobre vampiros de Bram Stoker llevada muchas veces al cine).

Los vampiros eran criaturas míticas que se alimentaban de sangre para seguir viviendo. Eran pálidos, no podía darles la luz, poseían dientes y uñas alargados. En algunas culturas podían transformarse en animales (por ejemplo murciélagos) y podían volar.

¿Qué tienen que decir a esto los científicos?

Hay muchas enfermedades que pueden cuadrar con los síntomas descritos para los vampiros: por ejemplo, la
peste hacía enterrar a personas sin comprobar su defunción, por lo que algunos eran nuevamente vistos, además, las víctimas presentaban una enorme palidez debido a la anemia.

Otra enfermedad que cuadra con algunos síntomas es la rabia, que se transmite por mordedura de animales, entre ellos los murciélagos, presenta otras características como rechazo al agua con producción de espumarajos, espasmos musculares que originan sonidos roncos, alucinaciones, etcétera.

domingo, 1 de enero de 2012

EN EL DÍA DE STA. MARÍA VIRGEN, AÑO NUEVO, HOMBRE VIEJO

Ntra. Sra. de los Dolores Hdad. Sto. Sepulcro Almería
Ataviada por Álvaro Abril Vela
Foto: Jesús López
Los historiadores de la segunda República española suelen decir que el 14 de abril de 1931 España se acostó monárquica y se levantó republicana. No suele ser esto lo que acontece de ordinario en nuestras vidas personales, ni tan siquiera en la Nochevieja del 31 de diciembre que enlaza el año que se despide con el que nos da la mano en el frío amanecer del 1 de enero. 

Ojalá que así lo fuera, no en el sentido de cambiarnos la camisa por la de otro color político, sino en lo que representa, por muy gastada que esté la expresión, lo del Año nuevo, vida nueva. Se trata de un santo y seña magnífico, siempre que el cambio de vida lo sea bajo el signo del crecimiento auténtico y de la mejora moral. No esta mal, sino todo lo contrario, eso de desearnos mutuamente un próspero año nuevo, con tal de que no agotemos ni acotemos en el campo de lo económico esos buenos deseos, como parece insinuar, con cierto tufillo, el calificativo en cuestión. 

Vale aquí, como nunca, aquello de anteponer los valores del ser a los del tener. ¿Recuerdan aquella ley sobre las fincas rústicas manifiestamente mejorables? Alguien les dijo a varios de sus dueños: Aquí los primeros manifiestamente mejorables son ustedes. Pues, ¡a aplicarse el cuento! Lo que ha de renovarse en el año nuevo es nuestra vida personal, de dentro a fuera y no al revés. Entendiendo por calidad de vida no sólo el viejo tríptico de salud, cariño y dinero, sino también, y ante todo, la dignidad moral, el espíritu de servicio y el empeño constante por hacer el bien a manos llenas. 

La ley establece fechas determinadas para la caducidad de los alimentos y medicinas y fija también los periodos en los que los coches han de pasar al taller para su necesaria revisión. Y nosotros, ¿qué? ¡Ay, si caducaran el 31 de diciembre tantos malos hábitos, tantas inercias, tantas rutinas! Y, ¡qué bien nos vendría a muchos, ya que se va acercando la Cuaresma, entrar en el taller de un Retiro espiritual, de unos Ejercicios anuales, para revisar los mecanismos interiores, para renovar algunas piezas inservibles de nuestros programas ya agotados! San Pablo hablaba de revestirnos del hombre nuevo, a imagen de Cristo resucitado. ¡Ahí es nada!