sábado, 7 de mayo de 2011

LAS COMPARACIONES SON ODIOSAS, PERO HAY QUE HACERLAS

Variado colorido del Real de la Feria a media mañana
La verdad que las comparaciones son odiosas, pero a veces debemos compararnos con las cosas buenas para poder mejorar las nuestras. Esto ha sido siempre lo que me han dicho tanto mis padres como mis educadores y profesores.

En esta semana he estado en la Feria de Abril, aunque este año ha caído en el mes de mayo. No queriendo hacer comparación con la Feria y Fiestas en Honor a la Stma. Virgen del Mar de nuestra ciudad de Almería, no he tenido más remedio que comprobar que esta es una fiesta de exaltación a la elegancia, y al buen gusto. El público que la congregaba iba lo más elegante posible, sin distinción de edad, desde los más pequeños a los más grandes, no se notaban apenas las clases sociales, porque todo el mundo iba bien acicalado, trajes oscuros para el caballero, así como el traje corto para los jinetes que hermoseaban el paseo de caballos por el real de la feria. Las señoras o señoritas iban en su mayoría con el traje de flamenca o si no era así, intentaban darse un toque flamenco en los complementos.


La elegancía no entiende de edades

En lo que se refiere a las casetas todas ellas limpias, ordenadas y gustosamente decoradas donde da gusto tomarse una copa de fino o de manzanilla con un buen plato de jamón. Sirviéndote las bebidas en cristalería así como las tapas en bajillas. Pudiendo disfrutar de un rato agradable sentando en una silla de anea. Y lo mas importante la limpieza que trasmiten los camareros al ir todos uniformados con ropa adecuadas, pantalón oscuro, camisa blancas, pajarita o corbata, y en algunos casos hasta con americana.

Como nos vamos a comparar con nuestra feria, si nuestras mejores galas son unas bermudas más bien viejas, una camiseta bien usada y unas chancletillas de las de dedo, eso sí, de marca, eso no lo discuto, pero al fin y al cabo es un top playero nada elegante, es lo más informal que te puedes echar a la cara , porque dentro de eso estilo también hay combinaciones de ropa un poco mas de club náutico que no se asemeja en nada a lo hispalense pero podría ser un poco más formal para la época estival en la que se celebra. En lo referente a la mujer, decir que se ha perdido casi en su totalidad el traje típico de flamenca así como sus complementos.

Así también podríamos comparar las bajillas, cuberterías y cristalerías en los que somos servidos en los ambigús, donde le damos de comer a los magnates del petróleo, por el despilfarro tan exagerado de plástico que hacemos en los días de feria que es un gravísimo atentado contra la naturaleza.

No sé, si eso se puede remediar ya que el vestir informal es algo que el almeriense lleva muy dentro de su sí, siendo esta su tarjeta de visita. Incluso la gente de la provincia viste aún mejor para celebrar sus fiestas. Y si no suban la Sierra de los Filabres el diez de agosto y verán como en el municipio de Chercos sus habitantes lucen sus mejores galas en los días de fiesta, así como en Alcudia de Monteagud el quince de agosto, siendo estas fiestas más pobres en sus festejos pero mucho más elegante a la hora de vestir.

Es difícil cambiar a la gente, pero no imposible. Intentémoslo por lo menos, no lo creen ustedes.

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