martes, 17 de mayo de 2011

GRANDES RELIGIONES III. EL JUDAÍSMO

Los términos judaísmo y religión no existían en el hebreo premoderno. Los judíos hablaban de la Torá: leyes que Dios reveló a Israel, y en las que se ofrecía una visión del mundo y una manera de vivir (la Halajá), (en hebreo, ‘camino’ o ‘estilo’), en el judaísmo, el cuerpo de la ley tradicional, basado en la interpretación y suplementos rabínicos de la ley escrita contenida en el Pentateuco, la Ley de Moisés. Transmitidas de forma oral por las más altas autoridades rabínicas, estas leyes complementarias fueron compuestas por primera vez en el Talmud, durante los primeros cinco siglos de la era cristiana, y en el Midras o exégesis de las escrituras.

Todas las formas históricas del judaísmo premoderno constituían (y aún hoy el judaísmo tradicional lo constituye), un sistema de cultura integral, que abarca la totalidad de la existencia individual y comunitaria de las personas. Es un sistema de santificación en el que todo está sometido a la voluntad expresa de Dios, de acuerdo con modelos divinos revelados sobre el orden cósmico y la legalidad. Judaísmo, cristianismo e islam, las tres grandes religiones monoteístas, tienen mucho en común. El cristianismo surgió en Palestina dentro de la comunidad judía durante el siglo I d.C.; en un principio, el islam extrajo parte de su ideología del judaísmo. Teniendo en cuenta que desde el siglo VII la mayor parte de los judíos han vivido en un ambiente cultural muy cercano al cristianismo y al islam, estas dos religiones ejercieron una fuerte influencia en la historia del judaísmo.

En Europa del Este, los judíos formaron un grupo social numeroso y con características muy diferenciadoras. Aquí, la modernización del judaísmo tomó la forma de un nacionalismo étnico y cultural. Lo mismo que otros movimientos nacionalistas que estaban surgiendo en el este europeo, el movimiento judío puso un especial énfasis en la revitalización del lenguaje nacional (hebreo; luego también el yidish) y en la creación de una literatura y cultura modernas. El sionismo fue un movimiento creado para formar una sociedad judía moderna en las tierras bíblicas. Este movimiento se asentó firmemente en Europa del Este, después de haber sido formulado por los estudiosos Leo Pinsker, de Rusia, y por el austriaco Theodor Herzl. El sionismo fue una ideología secular, pero estaba enraizada y evocaba fuertemente el tradicional judaísmo mesiánico, hecho que al final culminaría con la creación del Estado de Israel en 1948.

Los judíos se rigen básicamente por cinco libros:

 Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio

Estos libros son pertenecientes al Pentateuco (Cinco primeros libros de la Biblia), es decir que para los judíos no existe el Nuevo Testamento y por lo tanto ellos piensas que el Mesías nunca ha venido.

Punto importante de la vida judía es el Sábado. La vida familiar se enriquece con dicha fiesta. Los ortodoxos no trabajan, no cocinan, desconectan el teléfono... los liberales son menos meticulosos, pero todos celebran el sábado.

El Sábado comienza al anochecer del viernes. Es entonces cuando la señora de la casa rodeada de su marido y de sus hijos enciende los cirios (tantos como miembros de la familia) y pronuncia la bendición. Inmediatamente después el padre bendice el vino y corta el pan del sábado. Así comienza un periodo de convivencia familiar donde toda la familia ora y dialoga unida. Antes o después de la comida del sábado se suele ir a la sinagoga donde hay culto especial con la lectura de la Sagrada Escritura.

Durante la "Diáspora" o dispersión de la comunidad judía fuera de su territorio (74 y 135 d.C), un importante numero de judíos se vieron obligados a vivir fuera de Palestina, en ambientes paganos como religión prohibida o como religión tolerada. Dicha diáspora no hizo más que alentar la esperanza de reconstruir un estado judío y sirvió para aumentar sus vínculos de pertenencia a un pueblo. La practica del


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