lunes, 7 de febrero de 2011

ASAMBLEA GENERAL DE HERMANOS, UNA OBRA TEATRAL MINUCIOSAMENTE PREPARADA

Es uno de los actos más aburridos de las hermandades, suelen ser casi todos de los mas falsos. Se realizan cuando ya está todo comprado y consumado. Los suelen tener todo preparado, he incluso las malas caras para aquellos hermanos que intentan dar ideas positivas, aunque para ellos esas ideas se llaman oposición. Pero lo importante es que estamos en el día de la función de teatro, porque la verdad más que una asamblea de hermanos se podría decir que es una obra teatral, donde los cómicos están de frente y la asamblea en el patio de butacas.

En el primer acto se realizan las preces del ritual para darle un sentido religioso a la obra, a continuación, se lee la lectura de la última asamblea, todo un rollo, solo unos pocos la escuchan entera, el resto empiezan hacer la primera figura de papiroflexia con la hoja del orden del día, son las primeras pajaritas de la tarde.

En el segundo, se lee la memoria de las actividades pasadas, al término de esta se aprueba, siendo esta la gran tontería ya que aprobar algo que ya se ha realizado, es como decidir lo que se va almorzar, cuando estamos haciendo la digestión del almuerzo, vamos desde el punto de vista de la lógica no tiene sentido alguno

El tercer acto se compone de leer otra memoria de unos gastos que también hay que aprobarlos, los cuales al igual que en el punto anterior, no tiene sentido alguno, aunque la votación saliera nula, los gastos ya están hechos, lo que si hay que aprobar, que eso algunas hermandades no lo realizan, son los presupuestos de una año para otro, eso sí tiene sentido. Luego lo que sí parece ya una burla a los hermanos es que el DEBE y el HABER, cuadren a la perfección, los dos en balance cero. Que perfectos son, no lo creen ustedes.

El cuarto acto, se dramatiza de manera informativa, vamos se gastan nuestras cuotas y las subvenciones que salen de nuestros impuestos y te cuentan lo que se van a gastar en el orfebre u otro gremio casi de pasada, sin darle mucha importancia como si los hermanos no tuvieran derecho a decidirlo y si nos descuidamos ni te lo dicen, y encima nos hacen aprobarlo cuando ya están casi embalados o recogidos de la casa del orfebre. Eso si no le dan la vuelta a la tortilla para aprobar la remodelación de algo de patrimonio al gusto de ellos, eso si no esta ya remodelado.

En el quinto acto, los hermanos han terminado todas las figuras que se pueden sacar de la papiroflexia, hemos limpiado bien el asiento con nuestras nalgas y nos empezamos a impacientar porque estamos ya en ruegos y preguntas, estamos desesperados por que se recen las últimas preces y salgamos corriendo. Eso sí, en algunos casos incluso se les aplauden a los cómicos que han protagonizado la comedia.

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