Fotomecánica: Emir Jesús Díaz Pérez |
Pero no solamente era el himno que debíamos saber todos de manera obligatoria, con la escusa de que debiéramos saber para la fiesta que se celebraba la víspera del día 28 en el salón de actos del colegio, o en el patio, sino que también nos enseñaban la vida y obra del ideólogo Blas Infante, así como lavarnos el cerebro con el tema de la autonomía y la posible autodeterminación. Así como criticar al gobierno franquista por prohibir las autonomías.
Y ahora en cambio no se si se celebra como actividad extraescolar, pero lo que sí es cierto, es que no les enseñan el himno y ni les meten en la cabeza cosas raras sobre la autonomía. Y es que todo lo que empieza con carrera de caballo, termina con parada de burra vieja. Por una sencilla razón, no somos separatistas, ni nacionalistas, etc…, ni creo que tengamos una realidad nacional, ni cosas por el estilo, pero lo que si estoy seguro, es que a esos andalucistas se le han bajado los humos y ya no hablan tanto de autonomía ni de ser independientes como lo pedían alguna formación con una nula repercusión electoral.
Yo me alegro que en mi región se les haya bajado los humos, que seamos mas coherentes y a la vez mas españoles, eso no quiere decir, que las competencias mas necesarias para los ciudadanos las administren mejor con un gobierno autonómico. Como anécdota decir que los dos años que he pasado tal día como este en Aragón, me sentí mas andaluz que español, pero no solo en esta efeméride sino también en el resto de los días del calen
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