Altar Mayor de la Parroquia de S. Pedro Almeria Fotografía: Fernando Salas Pineda. |
Un Simón balbuciente, hijo de Jonás, se convierte, por el encuentro profundo con el «Hijo de Dios vivo» en un Pedro seguro y firme confesor: “Tú eres el Mesías”. Así es piedra-cimiento de la Iglesia.
Cuando contemplo la imagen de Pedro en los evangelios, pienso que mis rudezas también pueden irse transformando, a medida que avance con profundidad mi encuentro con el “Hijo de Dios vivo”.
Hace una semana se sentó a mi lado en el autobús un hombre que me recordó a Pedro, con todos los respetos a su Cátedra. Mediana estatura, poblado bigote y barba de varias semanas. Sucio, mal vestido y mal oliente. Poco culto y con mucha experiencia. Un tanto rudo al hablar, pero manteniendo la corrección. Espontáneo, franco y confiado.
Espontaneidad, franqueza, confianza. Tres rasgos que hacen del Simón que se encuentra con Cristo, el Pedro de la fe. Tres actitudes que tienen que acompañar mi proceso de profundización en el descubrimiento-encuentro con el “Hijo de Dios vivo”. Tres cualidades que ayudan a crecer a la Iglesia cimentada en la roca del Apóstol.
La confesión de Pedro, espontánea- franca- confiada, construye Iglesia. Y, de buena gana, podemos hacerla crecer con esa misma frescura que viene del Espíritu y que no nos revela nadie de carne y hueso.
Hoy, además, a quienes tenemos encomendado algún rebaño, se nos invita a renovar nuestra generosidad y familiaridad con él. Una oportunidad que podemos aprovechar también otros días. Nos vendrá bien a todos.
Que celebréis una feliz fiesta y el Día del Señor os sea favorable.
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