viernes, 8 de julio de 2011

QUINIENTOS AÑOS DE SIETE PALABRAS II

No sólo lleva a cabo esta ejemplar em­presa, sino que con la colaboración de Joaquín Díaz Montero, adelantado a su tiempo, realiza el paso que actualmente es admiración y úni­co en Sevilla de los que en ese tiempo se reali­zaron, Ricardo Reguera es el tallista que lo llevó a la práctica, estando el dorado a cargo de Fran­cisco de Paula Morales Bermejo y de Francisco Gámiz, todo un prodigio de dibujo, que revolu­ciona la forma de las canastillas que hasta esa fecha existían y que se remata con 4 cande­labros de seis luces y dos de tres, que como dijo de forma magistral en su Pregón Carlos Colón Perales: "...los naranjos que serán ro­zados por las tulipas de los candelabros más elegantes de Sevilla.", un paso que cuando se estrena en 1880, causó un gran revuelo, ya que no correspondía con la estética reinante en aquel momento y la prensa de la época, resaltó la valentía de los diseñadores, seña­lando el gran gusto que se había tenido. Se acomoda toda la Cofra­día dentro de un mismo gusto estético román­tico, Manuel Gutiérrez Reyes-Cano realiza la Virgen de los Remedios y las tres Marías (1865-1867), José Sánchez la de San Juan Evange­lista (1859), las Herma­nas Antúnez bordan las ropas de las Marías, el manto de la Virgen de los Remedios, rematan­do la obra que comen­zara Celestino Rodés, la saya de la misma Vir­gen y los paños para las bocinas más sencillas y al mismo tiempo más elegantes de la Sema­na Santa de Sevilla, la Cruz de Guía obra del ya mencionado Manuel Gutiérrez Reyes-Cano (1873). Rematando todo este conjunto con el extraordinario Crucificado, que el profesor
Hernández Díaz atribuye a Jerónimo Hernán­dez sobre 1596 y los últimos estudios realiza­dos cambian su atribución a Felipe Martínez en la 2a mitad del XVII y que actualmente procesiona, que llegó a la Hermandad en 1881 procedente del oratorio particular de D. José María Cisneros Lanuza y que sustituyó al pri­mitivo del Siglo XVI. Todo un precioso con­junto que procesionó durante casi un siglo, como único paso, sien­do siempre la admira­ción del mundo cofrade de Sevilla. Como dato curioso en las cromoli­tografías que edita Luis Márquez de Echeandfa de los dibujos que M. Grima realizara en­tre 1885 y 1886, cabe destacar como las Sie­te Palabras ha sabido conservar la misma configuración en su paso de Misterio, sin por ello desmerecer un ápice en belleza y estética. M. Grima po­dría, si volviera a nacer realizar el mismo di­bujo contemplando nuevamente el original.
La Cofradía pasados los años se en­riquece con el estreno en 1958 del paso de Palio de Ntra. Señora de la Cabeza y mucho más con la incorporación en 1977 de Ntro. Pa­dre Jesús de la Divina Misericordia, obra cum­bre de los Nazarenos esculpidos por Felipe de Rivas, sobre unas andas magníficas del taller de Villareal y alum­brado por cuatro faroles realizados por Antonio Sandarán Arques en 1913, según diseño del pintor Virgilio Mattoni de la Fuente y que alum­braron anteriormente el paso de Ntro. Padre Jesús Nazareno (El Si­lencio) y el paso de la Hermandad homónima de Alcalá de Guadaíra.
Otra vez la historia se repite y después de 382 años la Hermandad vuelve a poner en la calle tres pasos en la Semana Santa de 1977. Cinco siglos ya, medio milenio. Casi ná.

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