San Gil. La Macarena,
el Carmen y la Hermandad Sacramental
Misterio de Jesús de la Sentencia saliendo de la Iglesia de la Anunciación Se puede apreciar la posición adoptada por el Cristo Foto archivo: Ramón de la Campa Carmona |
La Hermandad de la Macarena tenía su capilla propia desde 1670 en la
cabecera de la nave del Evangelio de la parroquia de San Gil, donde residía
desde 1653. En la noche del 18 de julio, tras tiroteos, voces, carreras y golpes,
vieron los vecinos como ardía la iglesia. Los incendiarios se dirigieron
posteriormente al almacén, situado enfrente. Al ser increpados desde los
balcones próximos, desistieron de realizar otra barbarie que hubiera terminado
con las imágenes del Señor de la Sentencia y la Virgen del Rosario, allí
guardadas, aparte de pasos y enseres.
Se perdieron las cubiertas de madera de
las tres naves del templo, el coro, el órgano y el camarín de la Virgen de la
Esperanza. También gran cantidad de objetos y enseres guardados en San Gil; por
ejemplo, las manos del Cristo de la Sentencia y las de la Virgen del Rosario.
Antonio Castillo Lastrucci realizó juegos nuevos para ambas imágenes.
Desaparecieron las insignias, los candelabros de cola de Manuel Seco Imberg
(1916), donados por el matador de toros José Gómez Ortega "Joselito",
las Reglas, el mobiliario de la capilla, altares... Afortunadamente, el manto
nuevo de Rodríguez Ojeda (1930), los varales y la corona de oro estaban celosamente
guardados por varios hermanos.
Recibía culto en la nave de la Epístola
un crucificado que, bajo la advocación de "Cristo de la Salvación",
realizó en pasta de madera Pedro Nieto en 1630 y que formó parte de la Cofradía
de Nuestra Señora de la Esperanza, en un primer paso, allá por el siglo XVII.
Ese día presidía el altar mayor la Virgen
del Carmen, dada la celebración de sus cultos. Quedó destruida por las llamas,
al igual que gran parte del patrimonio de esta Corporación letífica, pérdidas
que acarrearon un periodo de inactividad, hasta que en 1940 fue reorganizada en
el Hospital Central.
La Hermandad Sacramental perdió su retablo del siglo XIX con una
Inmaculada atribuida a Duque Cornejo, unos cuadros que representaban escenas
eucarísticas y una alegoría de la Concepción.
Días después del incendio, unos niños del barrio, jugando entre las
ruinas de San Gil, encontraron un trozo de metal oscurecido y afectado por la
acción del fuego. Una señora lo devolvió a la Hermandad, y tras la correspondiente
limpieza, el orfebre Fernando Marmolejo descubrió que se trataba de un cetro de
oro macizo. Al parecer, esta joya, se situaba sobre un cojín en los besamanos
de la Virgen de la Esperanza.
Durante el tiempo que estuvo San Gil en
fase de reconstrucción, los cultos parroquiales se celebraban en la capilla de
las Carmelitas de la Caridad, en la calle Pozo n° 4. La Hermandad de la
Macarena se estableció provisionalmente en La Anunciación. El 19 de marzo de
1942 fue bendecida y abierta al culto de nuevo. En esa fecha se trasladó el
Santísimo Sacramento desde la iglesia del Hospital Central en solemne procesión
por las calles de la feligresía. Tres días más tarde, el domingo 22 de marzo,
llegó a la parroquia un Crucificado existente en la iglesia de San Luis, -posiblemente
pesaba el recuerdo del desaparecido Cristo de la Salvación- y que al cabo de
casi 40 años dejó esta feligresía para ser titular de la Hermandad de los
Dolores del Cerro del Águila. En la mañana del 4 de abril, Viernes Santo,
entraría de nuevo la Cofradía de la Esperanza Macarena en el remozado templo.
Tras la reconstrucción y posterior traslado de la Hermandad de La
carena a la Basílica (1949), la Sacramental pasó a la antigua capilla de la
Virgen de la Esperanza, mientras que la del Carmen se instaló en la del Santísimo Sacramento.
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