sábado, 3 de noviembre de 2012

EN SEVILLA TAMBIÉN PASA


Cafetería Portocarrero, lugar donde Vetusto y sus amigos realizaban
sus tertulias mañaneras en los primeros años del S. XXI
Creo que todos los lectores de Vetusta, saben a qué me refiero con el título de la entrada, pues sí, en Sevilla también pasa, y la verdad que ha pasado, y ha pasado como en cualquier sociedad de derecho civilizada, tal y como es la dimisión irrevocable del Presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla.
La verdad que cuando me enteré, yo ya me olía, las noticas que llegaban desde la sede del consejo no eran muy aragüeñas, a eso se le junta que tiene que lidiar con un Monseñor que no es muy cofrade y que quiere monopolizar todo desde el Palacio Arzobispal, la cosa no es muy fácil.
En todo este asunto, me he acordado mucho de aquellos años que coincidieron con el cambio de milenio y que fueron bastantes movidos en nuestra ciudad, por una dimisión que no viene al caso comentar porque no es el tema, pero que si trajo muchos comentarios porque asumió la presidencia en funciones el vicepresidente de la Agrupación de Cofradías, pues bien, me acuerdo como unos amigos que tenía yo en aquel entonces y que realizábamos tertulias mañaneras en la Cafetería Portocarrero, se le criticaba  al Presidente en funciones por haber asumido el cargo, el que escribe lo defendía y lo sigo defendiendo alegando que para eso estaba el vicepresidente, para asumir las funciones de presidente cuándo este dejaba de hacerlo. Todos me trataban de tonto, como siempre, mi opinión no era la válida, también había que sumarle estos contertulios que no era de su cuerda el dicho señor en funciones. Ellos me decían que esas cosas no pasaban en Sevilla, pues señores lectores, que se que sois mas de los que decís, por el número de entradas que tengo diarias y porque sé que mi blogs es tema de conversación en algunos que otros mentideros cofrades y si no, porque es que me quieren denunciar algunos.
Bueno no divagamos mas y vayamos al tema que nos encumbra, el tema esta, que es lógico que si dimite el presidente por estatutos y por lógica matemática, es el vicepresidente el que tiene que asumir la presidencia, a no ser que este quiera dimitir por la causa que sea, es más, incluso agotar la legislatura, no tiene porque adelantar unas elecciones, no, no  tiene porque hacerlo, no lo hizo Leopoldo Calvo Sotelo, es el teniente de alcalde el que por lógica el que asume la alcaldía cuando este dimite, o si no miren ustedes quien a sustituido a la presidente de la Comunidad de Madrid, no sé porque lo tiene que hacer diferente el presidente de una agrupación de cofradías, que comparado con lo antes nombrado no es nada importante, y perdóname que sea tan tajante, pero es la verdad.
 Desde Vetusta quiero decir que doce años más tarde Dios me ha dado la razón. Y que en Sevilla, también dimiten los presidentes, los hermanos mayores, y problemas que no vienen al caso, a fin de cuentas el pueblo de Sevilla para poder vivir, tiene que respirar y para poder hacer otras cosas, que no quiero nombrar, pues tiene que comer primero, lo mismo que en otros sitios, aunque la evidencia, es que en Sevilla el tema cofrade está más arraigado que otros lugares, y tiene mas peso en la sociedad y en la jerarquía eclesiástica y más todavía si la comparamos con Almería, pero que en todas las casas hay problemas o por lo menos se cuecen habas.

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