viernes, 17 de junio de 2011

PRIMARIAS O SECUNDARIAS

Es habitual en toda la clase política, con especial incidencia en el partido de los socialistas hispanos, eso de subvertir y cambiar el significado de las palabras. Así, «progresista» no es, como dice el diccionario, el que hace progresos o adelantamientos en una materia, sino que, en su «argot» peculiar, es el que tiene carnet de un partido de izquierdas. Y «facha», que significa porte, traza, aspecto, o persona vestida con mal gusto, para la «gauche divine» es aquel al que le gusta mucho la bandera de España o vota a un partido de derechas. Y, últimamente, en el colmo del despropósito, aparece en el firmamento del nomenclátor socialista el término «primario», morfológicamente en femenino plural, «primarias», y han sustantivado el adjetivo ordinal y sólo se habla de «las primarias», con lo que se refieren a unas elecciones previas de las que saldrá el cabeza de lista del partido en próximas elecciones. Y se han encargado los líderes del PSOE, lo mismo Zapatero que Blanco, Toño Alonso, Rubalcaba, Chaves, Leire Pajín o Pepe Bono, de pregonarlo. Todos han ensalzado y santificado lo de las primarias como el «sum¬mum» de la democracia. «No como otros», dicen en clara alusión despectiva al PP. Pero, fieles a su estilo de subvertir el significado de las palabras, caen en la tentación del «ordeno y mando», o del «dedazo», que tanto han denostado, y van a presentar a las primarias a un solo candidato, el que el «aparato» ha tenido a bien nominar: el señor Pérez Rubalcaba, un chaval que pasaba por allí, situado más a la izquierda con más deseo, si cabe, de instaurar una dictadura marxista  que el propio ZP. Las bases no podrán votar con una clara libertad, ya que no tendrán donde escoger, sino elegir por aclamación al único que presenta marxista del PSOE. Ya se han encargado él y sus jefes soviéticos de eliminar a posibles rivales.

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