Stmo. Cristo de la Buena Muerte de San Julian fotografía: Pablo Lastrucci |
El Cristo de la Buena
Muerte, titular de la hermandad de la Hiniesta, presidió la noche del sábado uno de febrero, su tradicional Vía Crucis, el cual resultó multitudinario tanto en su cortejo como en el número de fieles y devotos que
participaron en este culto externo que tradicionalmente abre estos piadosos
actos en el calendario cofrade.
UN CORTEJO, MAS QUE AMPLIO
Sobre las ocho de la
noche comenzó el tradicional culto desde la parroquia de San Julián, que estaba atestada
de fieles. El cortejo estuvo formada por casi cuatrocientas personas, entre
los que se encontraban 275 hermanos de esta cofradía del Domingo de Ramos portando
cirios de color tiniebla.
La cruz de guía y el estandarte
corporativo fueron las dos únicas insignias en el cortejo, que también incluyó
el cuerpo de acólitos, que antecedía a la imagen del Cristo. Costaleros y
hermanos que portaron sobre sus hombros al crucificado de San Julian, bajo el mando de los Arizas.
En la presidencia, que portaba
también cirios, estaban presentes, además de José Antonio Romero, hermano mayor
de la Hiniesta, los máximos responsables de las hermandades de la Resurrección
y Panaderos.
Los ex hermanos mayores de la
Hiniesta Adolfo Arenas, Francisco Granados y Andrés Alcántara también
estaban en el cortejo acompañando al Crsto de San Julián.
Varios miembros de las Agrupación
musical "Santa María Magdalena" de la localidad sevillana de Arahal
vestidos de su uniforme portaron en determinados momentos al Cristo de la Buena
Muerte.
Es un año muy especial para este
colectivo musical ya que cumplen sus bodas de oro, por este motivo la junta de
gobierno de la hermandad de la Hiniesta tuvo a bien que varios músicos de esta
formación musical participaran en este culto. Esta agrupación esta muy ligada a
esta cofradía del barrio de San Julián por ser la responsable cada Domingo de
Ramos de acompañar musicalmente desde hace varias décadas al paso que preside
este portentoso crucificado.
El acompañamiento musical estuvo
a cargo de la capilla musical de la Sociedad Filarmónica del Carmen de la
localidad sevillana de Salteras.
El Cristo de la Buena Muerte, que
llevaba a los pies de su cruz claveles de color rojo, visitó los conventos de Santa
Paula, Santa Isabel y San Cayetano, además de los templo de San Marcos y la capilla
de los Siete Dolores, sede canónica de la hermandad de Los Servitas. El
Señor fue portado sobre andas con paño negro con el escudo de la Hiniesta.
Llevará potencias de plata sobredorada realizadas por Seco.
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