En un
pueblo de nuestra España, e figúrense ustedes el suyo propio si es que tienen.
Había una señora con el nombre de Micaela, la cual a los maridos los mataba con
su genio y manera de ser. Un buen día, en la taberna de la plaza del pueblo un
señor ya entrados en años, se le antojo y les propuso a sus amigos que el
estaba dispuesto a casarse con dicha señora, y quitarle esa mala uva, la cual
era la causa de las muertes de sus maridos. Ella tenía fama en el pueblo de ser
la que llevaba los pantalones, era la ama de todo, con lo cual sus esposos la palmaban
todos por culpa de la depresión que les invadían por completo.
El tomó
la decisión y se casó con Ella, tras la
fiesta de los desposorios Micaela y el, fueron a trabajar el campo, llevándose
la burra con ellos, pero llegados a una finca sembrada de trigo, el buen
caballero ató a la bestia a un almendro, y mostrándole una afaca le dijo el amo
a la mula. Como te comas tan solo un puñado de trigo te mato rajándote la
barriga. Ellos siguieron a pie hasta llegar a su destino. A la vuelta fueron a
recoger al animal y descubrieron que se había comido todo el trigo que
alcanzaba con la soga, el dueño le dijo, te dije que ni la probaras y tu no me
has hecho caso, pues lo que te dije hago. Agarró la afaca, y la abrió en dos
por la panza, cayendo el animal al
suelo. Micaela no salía de su asombro, pero no dijo nada, calló y otorgo.
Semanas
más tarde, nuestro protagonista quiso hacer una fiesta en su casa agasajando a
sus compadres de caza, cuándo llegaron a la casa de el, eran más de las una de
la madrugada. Entraron a la casa, se acomodaron y el fue a levantar a Micaela
para que les preparara la cena. Ella se negó y dijo que no se levantaba que se
fueran a beber y a comer a otros lugares. Los amigos de el tenían miedo, ya que
la conocían y sabia de su carácter. El marido ni corto ni perezoso agarro una
guitarra, y se fue a la ventana del dormitorio de Micaela, y le cantó así.
Soy
tocador de guitarras y también de mandurrias, acuérdate Micaela lo que le pasó
a la burra.
Micaela
al oír la copla le vino a la cabeza la manera tan cruel y sangrienta de cómo
había muerto el pobre animal, y no reparó en levantarse y preparar sus mejores
platos a los invitados de su marido.
Ustedes
dirán que tiene que ver esta fabulilla con la independencia de Cataluña. Pues
si ustedes leen entre líneas verán que la familia Pujol, la cual era la más
prestigio de toda la comunidad catalana, el gobierno central se ha encargado en
desprestigiarla en todos los sentidos. Y
es un ejemplo a poner por parte del gobierno del Sr. Rajoy al señor Artus Mas,
para decirle que si sigue con esa idea, pues que vean lo que ha pasado a su
amigo Pujol. A lo mejor no me he explicado del todo bien, pero simplemente
quiero decir que si le han buscado las cosquillas a tan abolenga persona, pues se las
pueden buscas a otros, si siguen con el órdago de la independencia.
Perdonen
las féminas por tan macabro ejemplo, ya que reconozco que es algo machista y de
muy mal gusto la fábula que he puesto de ejemplo.
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