Dice S.
Ignacio de Loyola, que en tiempos de desolación no es bueno hacer mudanzas.
Comienzo
con las palabras del Santo que festejaremos el último día de este mes, para
decir que el pasado lunes fue protagonista de una atentado verbal hacía mi
persona. Hasta tal punto fue ese ataque inmisericorde, que tuvieron que tomar
carta en el asunto los administradores del Facebook, y anular tan barriobajera
conversación por parte de algunos de los componentes, los cuales fueron unos
mal educados por que no iba con ellos el tema,es decir ni les iba ni
les venía a cuento. Corneándome sin
piedad alguna, cuando yo pedía tan solo que se me hablara con respeto, y con argumentos lógicos tal cosa
brilló por su ausencia por parte de los tres componentes, dos de ellos sin
tener vela en el asunto.
He
citado tan prodigiosa cita al comienzo de este artículo para ver que yo antes
de escribir pienso las cosas, no las escribo en el momento, sino que dejo pasar
unos días para que las aguas vuelvan a su cauce, y así escribir desde la razón
y no desde el corazón. Mi problema es
que tengo memoria , la cual me hace tener recuerdos
pasados a los cuales me traen conversaciones
pasadas. Lo mismo que el administrados
del blogs “entre Sevilla y Triana”, me recuerda una frase mía todas las
cuaresmas, porque se acuerda de esas palabras mágicas todos los años, las
cuales yo debo de ser coherente a la hora de responder, jamás le he contestado
con palabras salidas de tono, mal sonantes o que pudiere ofender al que yo considero
como un hermano para mí. Si he escrito lo contrario que me lo rebata.
Pero otros
para defender su postura emplean los argumentos ad-hominem, que es cuándo el
contrario se queda sin argumentos para rebatir y emplea otros ofensivos, tales
como los que yo fuí objeto por estas personas. Argumentos tales como, “tú en aquella época
te refregabas los mocos”, otros que tuvieron la mala educación de participar en
tal macabra conversación no rebatierón nada de lo que yo dije, sino se limitaron
a insultarme, del cual a uno de ellos le aplico las palabras de Víctor Hugo, “tan
solo en un corazón pequeño puede albergar tanto rencor y odio”. Del otro solo
decir que con lo que comentó por los medios de comunicación escrita del actual
Hermanos Mayor del Rocío, pues no se le puede pedir peras al olmo.
Yo tan
solo pido que cuando se discuta, se discuta con argumentos lógicos, y desde la
razón , no con argumentos ad-hominem, es decir con insultos y agravios contra
la persona que ha hecho un comentario sobre algo, o alguien. Aprovecho estas líneas para decir que yo
hablo con respeto a todo el mundo, sobretodo a los que me faltaron porque no tenían
argumentos para rebatirme, nunca jamás les he hablado de malas maneras, ni de
malas formas, nunca le he faltado el respeto, como ellos me lo faltaron la
semana pasada.
He
querido esperar una semana para poder plasmar en mi propio blogs con la máxima
educación y lo mas ecuánime posible, para no ofender a nadie. Amen de
aprovechar para dar las gracias a todos aquellos que me han llamado, ya que han
sido más de la veintena de personas las que se han puesto en contacto conmigo
para darme ánimos, muchas gracias a todos.
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