martes, 18 de enero de 2011

LOS INCIOS DEL GÉNERO OPERÍSTICO

Las primeras aproximaciones al género fueron hechas por el grupo florentino, con el poeta Rinuccini como proveedor de textos y Peri y Caccini como compositores; Dafne, de Peri, fue estrenada en 1598, y L'Euridice, que fue musicalizada independientemente por Peri y por Caccini subió a escena en 1600, con oca¬sión de las nupcias de María de Médicis con Enrique IV de Francia.

La partitura de Dafne se ha perdido, pero la de L'Euridice, tanto en la versión de Peri como en la de Caccini, se conserva. A partir del análisis de la misma el drama fue conce¬bido en términos de pastoral con un apropiado final feliz; el espectáculo incluía intermezzos, las ideas florentinas de «recitar cantando» do¬minaron el pensamiento de ambos composito¬res, de modo que el conjunto instrumental es pequeño y su elemento predominante es el continuo, encargado a instrumentos de cuerda.

Ninguno de los dos compositores usó el coro con frecuencia, ni abundan en su música pasajes escritos para conjuntos, ya que la inte¬ligibilidad de las palabras era una de sus preo¬cupaciones fundamentales. El resultado, se tra¬duce en la creación de una atmósfera de gran pureza, pero difícilmente emocionante.

Este incipiente género hubiese podido haber desaparecido si no fuera porque llegó a la corte de los Gonzaga, en Mantua, donde el maestro dicappella era Monteverdi. Este músico genial tema ya experiencia en la composición de pie¬zas de tipo pastoral y de ballets; es posible que hubiera visto L 'Euridice en Florencia.

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