lunes, 3 de enero de 2011

BREVE RESEÑA DEL AVE MARÍA

Ntra. Sra de los Dolores, hdad. Sto. Sepulcro, Almería
Fotografía: Emir Jesús Díaz Pérez
Es la más común de las oraciones di­rigidas a la Virgen. La primera parte reúne las dos sa­lutaciones dirigidas a María en el Evangelio de San Lu­cas; una del Ángel (Ave gratia plena ... Dominus te-cum) en la Anunciación y la otra de Isabel con oca­sión de la Visitación (Benedicta tu ... fructus ventris tui), añadiendo o no los dos nombres propios, María y Jesús.

 Esta parte se introdujo tempranamente en el Oficio, primero bajo la forma de antífona, hasta in mu-lieribus, o hasta ventris tui; así figura en la liturgia de Santiago el Menor y en el antifonario gregoriano de los primeros tiempos. La segunda parte es una invo­cación; no ha sido extraída de las Sagradas Escritu­ras, ya que posiblemente data del Concilio de Éfeso (431), salvo la parte final (nunc et in hora mortis nos-trae), que sería un añadido de origen franciscano del s. XIII. El texto musical de la antífona ha sido consi­derado normalmente en el Ars antiqua como tenor de motete y, a partir del s. xvi, como tema acompañan­te de la misa.

Contrariamente a lo que podría pensar­se, y a pesar de su gran popularidad dentro de la pie­dad popular, el Ave María, en tanto que oración y en su forma usual, no ha sido musicado de manera habi­tual, fuera de la antífona o del ofertorio

No hay comentarios:

Publicar un comentario