viernes, 14 de enero de 2011

LA MISIÓN CRISTIANA, LOS HELENISTAS

Los cristianos «helenistas» de Jerusalén, los que tuvieron que dispersarse tras la lapidación de Esteban, en principio sólo se dirigían a judíos o samarita¬nos (Hch 8,4-5.14; 11,19). Hay que esperar a una segunda etapa en la misión. Sólo en un tercer estadio de la misión se inicia, como consecuencia imprevista de una iniciativa de la iglesia de Antioquía (Hch 13,1-3), la misión gentil en gran escala que tendrá por abanderado a Bernabé, aunque Pablo desempeña una tarea de primer orden (Hch 13,4-14,28). Ya en esta gran expedición misionera, por Chipre y el cen¬tro-sur de Asia Menor, constatan que el poco éxito con los judíos queda de algún modo compensado por la acogida de los prosélitos y de otros paganos (Hch 14,27).

Una vez resuelto en principio el problema de la libertad respecto a las pres¬cripciones legales específicamene judías (Hch 15,1-33 y Gal 2,1-10), Pablo pasó a ser líder de misión al separarse de Bernabé, quien, junto con Marcos, tomó un rumbo distinto al embarcarse para Chipre (Hch 15,36-41). No sabemos más sobre sus itinerarios, a falta de un cronista como Lucas. Tradiciones posteriores ponen a Bernabé y a Marcos alternativamente como fundadores de la iglesia de Alejandría. Puede que haya que poner en relación con la misión de Bernabé la estructura de organización comunitaria, de probable inspiración palestina, con un colegio directivo de epíscopos/presbíteros 63, que ya en las Pastorales se com¬bina con la de epíscopos y diáconos, que parece más peculiar originalmente de las iglesias paulinas


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