LLEGA EL TIEMPO





Fotomecánica: E. Jesús Díaz Pérez

Día de vetusta liturgia esperada, ferviente tachón de crucifijo rojo en el almanaque que comienza a oler a las primeras torrijas, azúcar y a canela, conforme pasan los días, irá imitando aquel Gólgota, por su aumento de crucifijos, lo haremos con ansia pero con ilusión, al que un niño en las vísperas de su comunión.

Hoy iremos a nuestras sedes canónicas, veremos a Ntras. Amantísimas Señoras ataviadas de hebrea, empezaremos a sacar las primeras camisas, corbatas y los más atrevidos lucirán pasadores. Hoy tendremos la sensación de que la tenemos aquí mismo, como si el tiempo se hubiera adelantado, como si nos hubiéramos comido cuarenta días en uno solo, luego nos daremos cuenta que no es así la cosa y que nos queda mucho que hacer en este tiempo que se acerca poco a poco, en silencio y sin hacer ruido, para que luego ese domingo de palmas y ramos, explote todo ese derroche de luz y sonido perfectamente armonizado, para el disfrute de cada uno de los cofrades, que ya muchos cuando esta noche se dispongan a descansar, dejará que su mente viaje, para regocijarse en esas tardes-noches abrileñas que nos esperan a la vuelta de una cuarentena.