domingo, 5 de diciembre de 2010

BREVES RESEÑAS DE MOART, EN EL ANIVERSARIO DE SU MUERTE

Wolfgang A. Mozart, retrato anónimo S.XVIII
     Hoy día cinco de diciembre, se celebra el aniversario de la muerte del mejor compositor de la historia de la música, y vetusta no quiere estar al margen de esta efeméride, aquí os dejo unas breves reseñas del compositor que marcó un antes y un después en la música clásica.

     Mozart, Wolfgang Amadeus (1756-91). Compositor austríaco, n. en Salzburgo. Su padre, Leopold Mozart, era compositor distinguido, y autor de un valioso tratado de violín. Tenía siete hijos y estaba al servicio del arzobispo de aquella ciudad. Su hija Mariana (o Nannerl), cinco años mayor que Wolfgang, estudiaba música; el niño compartió las lecciones con tal entusiasmo, que poco después componía minuetos. Explotó el padre aquella doble habilidad infantil, y con ambos hijos emprendió giras artísticas.

     En 1762 Wolfgang actuó en la corte imperial. Al siguiente año inició por Europa otra gira que duró tres años y se extendió a Inglaterra. Permanecieron todos en Salzburgo un año, para acabar reanudando sus viajes al extranjero. Produjo asombro en Roma la presencia del muchacho, quien tuvo entonces ocasión de escuchar el célebre Miserere de Allegri y lo transcribió de memoria, dándose la particularidad de que estaba prohibido bajo pena de excomunión copiar esa obra. Con sólo 14 años de edad estrenó y acompañó al clave en Milán su ópera Mitridate. De nuevo en Salzburgo, cumplió dos encargos: el de escribir para la emperatriz María Teresa una Serenata con motivo de una fiesta nupcial y el de componer para la Scala de Milán otra ópera. Bien pronto fue incansable su actividad como compositor de sinfonías, serenatas, conciertos, sonatas, etc. Su padre quería conseguirle un puesto fijo en Salzburgo; pero el nuevo arzobispo carecía de aficiones musicales, por lo que se vio obligado a buscar otro camino.

     En 1777 Wolfgang realizó una gira con su madre, durante la cual se detuvieron en varias poblaciones alemanas; pero, al no hallar un destino, marcharon a París en 1778. Tres años después estrenó en Munich la ópera Idomeneo. Posteriormente se estableció en Viena, donde, por encargo del emperador, compuso la ópera El rapto en el serrallo, caracterizada por el abandono de los moldes italianos, a la sazón imperantes; sorprendió su germanismo y el éxito fue triunfal.

En 1782 casó con Constanza Weber, hermana de otra joven de quien había estado enamoradísimo, cuyo padre sería futuro tío del compositor de igual apellido. A las constantes amarguras producidas por la penuria, vino a sumarse el escaso talento y espíritu práctico de la consorte. Posteriormente, Wolfgang estudió a Haydn y aprendió mucho de él. Le proporcionaron grandes éxitos Las bodas de Fígaro en 1786 y Don Juan al siguiente año, estrenadas en Viena y Praga respectivamente. Fallecido Gluck, le sucedió Mozart en el puesto de compositor de la cámara imperial; pero se redujeron a 800 florines los 2000 anuales que percibía aquél. Realizó nuevas giras como concertista por Alemania y le encargaron algunas composiciones, lo que alivió su situación económica.

En 1791 compuso La flauta encantada, su canto de cisne. Un misterioso, desconocido le encargó un Réquiem, que constituyó para él un presentimiento fatídico. Fue enterrado en la fosa común; pero subsiste incólume su obra ingente, que abarcó todos los géneros, aparte de haber brillado como pianista, organista, violinista y director. Con razón se ha dicho que la calidad de su obra igualaba a la cantidad.

Bibliografía: A.A.V.V., Enciclopedia de la Música. Editorial Argos Vergara, S.A.

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