Quién me
conoce, sabe muy bien que no soy muy de reliquias, si de religiosidad popular,
de procesiones y cultos internos, pero no de reliquias, pero la verdad sea
dicha, que el tema del pañolón de Oviedo y el de la Sábana Santa, son dos temas
que despiertan en este bloguero más que una cierta curiosidad, aunque
también llena algo de dudas el corazón.
Los
investigadores, en sus estudios, siempre hablan de un cadáver que debió de
morir de forma vertical; en una cruz, por ejemplo. Si cruzamos los datos que
aportan el Pañolón y la Síndone con el relato evangélico, se puede apuntar con
solvencia cómo debieron ser las nueve horas después de la crucifixión de
Cristo. Así lo establece José Delfín Villalain, Catedrático de Medicina Legal
de la Universidad de Valencia.
LA CRUCIFIXIÓN
12:00 horas: En torno a las 12 de la
mañana debió ser crucificado en el Gólgota, hoy conocido como Monte Calvario.
15:00
horas: A las tres de la tarde se produce la muerte derivada del martirio al que
fue sometido. Una muerte que fue acelerada por la asfixia producida por la
colocación de los brazos y el consiguiente peso del cuerpo que pendía de la
cruz.
15:20 a 15:48 horas: El cuerpo comenzaría a
ponerse rígido.
16:00 horas: Se le coloca el sudario sobre el
rostro. La información que arroja el Sudario de Oviedo es que fue colocado
sobre una cabeza ensangrentada, sujetándose a los cabellos con elementos
punzantes empezando por la forma occipital. Es decir, fue cosido. A partir de
esa zona, el sudario rodea la parte izquierda de la cabeza hasta llegar al
ángulo maxilar derecho, donde la tela se pliega sobre sí misma. "El
objetivo principal de colocar este sudario es detener el continuo derrame de
sangre del cadáver", asegura Juan Manuel Miñarro.
EL DESCENDIMIENTO
17:00 horas: A las 5 de la tarde llegó
José de Arimatea
para recoger el cuerpo de Jesús y darle sepultura. En ese
momento, cuando se procede a preparar a la imagen para ser descendida de la
cruz.
Stmo. Cristo de la Redención en su Su Sagrado Descendimiento, Hdad. del Silencio Almería |
17:30 horas: Pasada una media hora, la imagen,
con el rigor cadavérico que conlleva la consumación de la muerte, empezaría a
ser descendida de la cruz y se coloca en el suelo bocabajo.
18:15
horas: La imagen permanece bocabajo unos 45 minutos aproximadamente. Esto se sabe
gracias a la superposición de las distintas coagulaciones de sangre que se van
produciendo desde que se coloca el sudario en la cabeza. El conocido como
"Pañolón de Oviedo", que había sido cosido a la cabeza, se descose y
se coloca de una nueva forma, componiendo un nudo en la parte superior de la
cabeza.
EL TRASLADO AL SEPULCRO
18:30 horas: En torno a esa hora, se
procede al traslado de Jesús hasta el sepulcro, que vino a durar unos 15 minutos.
Cabe recordar que Jesús es enterrado en un jardín próximo al Monte Calvario, en
el enterramiento sin uso de un rico judío y seguidor de Cristo llamado José de
Arimatea. En efecto, ese traslado tuvo que hacerse entre varias personas, como
vemos en el misterio de Santa Marta, aunque es evidente que se produjo en unas
circunstancias muy distintas. Por ejemplo "el rigor cadavérico era
evidente por lo que imágenes con la musculatura blanda como el Cristo de la
Caridad de Santa Marta resultan imposibles a los ojos de la ciencia",
explica Miñarro. De este traslado, el Pañolón de Oviedo nos explica que alguien
con una mano, se encargó de apretar el sudario sobre los labios de Cristo de
cuya boca o nariz, todavía, emanaban sangre y otros fluidos. "Sin ese
rigor cadavérico, con el movimiento del traslado, la cabeza se hubiera movido
de un lado a otro. Sin embargo, los fluidos que manchan la tela durante el
traslado están localizados en un lugar muy concreto, lo que nos hace pensar que
el cuerpo de Jesús debía estar completamente rígido".
18:45 horas: Se procede al entierro de Cristo. El sudario que, con el tiempo, se convertiría en el "Pañolón de Oviedo" sigue envolviendo la cabeza. También, Jesús es amortajado con la Sábana Santa, en la que, horas después, queda proyectada una imagen de la persona que quedó envuelta en su interior.
21:00 horas: A esa hora, la rigidez del cuerpo amortajado desaparece. ¿La resurrección?
18:45 horas: Se procede al entierro de Cristo. El sudario que, con el tiempo, se convertiría en el "Pañolón de Oviedo" sigue envolviendo la cabeza. También, Jesús es amortajado con la Sábana Santa, en la que, horas después, queda proyectada una imagen de la persona que quedó envuelta en su interior.
21:00 horas: A esa hora, la rigidez del cuerpo amortajado desaparece. ¿La resurrección?
Durante
siglos, el sudario que envolvió el rostro de Jesús gozó de mayor reconocimiento
que la propia Sábana Santa. Hay que reconocer que las distintas vicisitudes
que atravesó la reliquia conservada en Turín, provocaron que se diera por
perdida y, así, apenas se representaba en la iconografía medieval del Santo
Sepulcro. Todo lo contrario que el "Pañolón de Oviedo", cuyo nudo
llegó a popularizarse en las representaciones medievales. Como se ha
mencionado, cuando el cuerpo de Cristo se deposita, bocabajo, en el suelo tras
ser descendido de la cruz, al sudario se le hace un nudo, que es el elemento
característico que el arte medieval se perpetró de la reliquia se conserva en
la Catedral de Oviedo.
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