lunes, 12 de agosto de 2013

TODO LO ANDANDO, PERDIDO POR EL VIENTO DE LA DESIDIA



Stmo. Xto. Yacente Hdad. Sto. Sepulcro Almería
Foto Archivo Guillermo Méndez.


La verdad que no sabía si escribirlo, o no, pero al final me he decidido hacerlo. Porque aunque recuerdo aquella época con mucho cariño, no sé si es producente  por  los que están ahora se pueden ofender, y puede parecer que lo hago en contra de los que hoy están manejando el timón de la que es y serán siempre Mi hermandad del Santo Sepulcro, aunque mi única intención es contar como se trabajaba en aquella época.
Hablando con un buen amigo mío, he hablado de cómo se nota las juntas de gobierno que se trabaja y las que no, me acuerdo aquellos años en los que estaba en la junta de gobierno de la Hermandad del Sto. Sepulcro, como había un grupo de trabajo bastante apañado, no solo para recaudar dinero, que la verdad que lo hacíamos con mucho trabajo y empeño, ahí están las cuentas, hasta  más de los diez millones de las antiguas pesetas se llegó a recaudar en un curso cofrade, todo esto en bruto, hay que decir que eran tiempos de bonanza para la economía española, pero la verdad que se trabajaba y mucho, cada uno hacía lo que podía, unos con los anuncios, otros con las loterías, papeletas de rifas, pones de camareras para aumentar el ajuar de la Virgen, se abría la casa hermandad los fines de semana para recaudar fondos, donde acudían toda junta de gobierno para charlar y hacer convivencia, así como allegados a la misma, claro esas juntas de gobierno estaban formadas por personas que querían la cofradía, y se sentían cofrades, incluso  se vendían las tribunas de la carrera oficial agencias de viajes, etc…
Por otra parte había actos culturales, como el concurso del cartel de la Semana Santa de la Cofradía, las camareras se reunían para realizar sus labores, se realizó alguna exposición de carteles de semana santa de todo el país, o excursiones por la provincia e incluso fuera de las fronteras almerienses, exposiciones de maquetas de pasos, el concurso infantil de la tarjeta de felicitación navideña, así como  la fiesta de infantil de la cofradía, a los boletines se intentaba dar un toque cultural introduciendo datos históricos, de formación, de arte realizados por profesores de la Universidad de Almería, etc… o abrir la casa hermandad dos veces a la semana los martes y los jueves durante todo el año, para estar al servicio de hermano cofrade, ahí siempre estaba el secretario, el tesorero y el mayordomo.
En lo institucional decir que se consiguió que la corporación municipal acudiera al último día de triduo, así como acudir miembros del Cabildo Catedral a los cultos cuaresmales como fue D. Bartolomé Marín (q. e. p. d.), D. Juan López Martín, (q. e. p. d.), y todo  gracias al empeño y al esfuerzo de la junta de gobierno,  en la que estuve trabajando en aquellos años. Todos hijos de trabajadores, sin ser de gran élite, ni de la yet almeriense, se consiguió recuperar la estación de penitencia dentro de las naves de la S.A.I. Catedral de Almería, así como la aceptación por parte del Ayuntamiento de ser Hermano Mayor Honorario de la Cofradía, que hay que decir que el archivo fotográfico del acto oficial de aceptación ha desaparecido de la Hermandad, porque claro, como hijos de apellidos comunes, pueden haber conseguido tanto nivel para la hermandad, que en la época más reciente.
Yo trabajé, y mucho, me patee calles y plazas para sacar un duro por la hermandad, trabajen con ilusión, porque veía a los demás trabajar, cada uno en lo que sabía o podía, pero la verdad que la hermandad, aunque algunos no lo admitan, estaba grande, con muchas carencias, fallos, con una puesta en escena poco llamativa, todo eso lo admito, de verdad, pero intentaba ser grande, por lo menos intentaba. Pero lo que si me da lástima, es que todos esos pasos se han perdido. Pasos que constaban tiempo y trabajo, ustedes creen que tener buenas relaciones con las instituciones eso nacen del cielo, o con tan solo decir que como los conozco de una cena de la lucha contra el cáncer o de una cacería ya está todo conseguido, pues no, nosotros no los conocíamos de nada a nadie, y este que escribe en las vísperas de Semana Santa aparte de entregar sus boletines a sus correspondientes anunciantes que eran muchos. Pues bien, este que escribe entregaba boletín a los siguientes personas e instituciones: Sr. Obispo, Vicario General, al desaparecido secretario diocesano, hoy vicaria de vida seglar, al Deán de la Catedral, Alcalde de la Ciudad, al Concejal de Cultura, al Presidente de la Diputación, al jefe de la oposición del ayuntamiento, al jefe de protocolo del Ayuntamiento, al Presidente de la Audiencia Provincial, al Subdelegado del Gobierno. A todos estos personajes de la vida pública de la ciudad se le entregaba el boletín especial de Semana Santa, así como el de Feria, si señor hasta el de feria. Y todo ese trabajo perdido por culpa de la desidia y de la poca gana de trabajar. Siendo consecuencia esta apatía el poco cariño y amor que se tiene por la hermandad. Por eso siempre diré lo que han dicho muchos cofrades almerienses, no hay hermandades rancias o no, hay hermandades que trabajan y otras que no trabajan. Lo siento pero me duele que se pierda un trabajo realizado de muchos años, y que no empecé yo, sino que ya venía de atrás. Lo vuelvo a decir que nadie se dé por ofendido, cada época marca una realidad, y yo he hablado de la realidad que viví, y como veréis, no he presumido del poquito patrimonio que se hizo en aquella época, porque el artículo no era un biografía cofrade, ni un inventario cofrade, solo era describir como se trabajaba en aquellos años.

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