Stmo. Xto. Yacente Hdad. Sto. Sepulcro Almería Foto Archivo Guillermo Méndez. |
La verdad que no sabía si escribirlo, o no,
pero al final me he decidido hacerlo. Porque aunque recuerdo aquella época con
mucho cariño, no sé si es producente por
los que están ahora se pueden ofender, y
puede parecer que lo hago en contra de los que hoy están manejando el timón de
la que es y serán siempre Mi hermandad del Santo Sepulcro, aunque mi única
intención es contar como se trabajaba en aquella época.
Hablando con un buen amigo mío, he hablado de
cómo se nota las juntas de gobierno que se trabaja y las que no, me acuerdo
aquellos años en los que estaba en la junta de gobierno de la Hermandad del
Sto. Sepulcro, como había un grupo de trabajo bastante apañado, no solo para
recaudar dinero, que la verdad que lo hacíamos con mucho trabajo y empeño, ahí están
las cuentas, hasta más de los diez
millones de las antiguas pesetas se llegó a recaudar en un curso cofrade, todo
esto en bruto, hay que decir que eran tiempos de bonanza para la economía española,
pero la verdad que se trabajaba y mucho, cada uno hacía lo que podía, unos con
los anuncios, otros con las loterías, papeletas de rifas, pones de camareras
para aumentar el ajuar de la Virgen, se abría la casa hermandad los fines de
semana para recaudar fondos, donde acudían toda junta de gobierno para charlar
y hacer convivencia, así como allegados a la misma, claro esas juntas de
gobierno estaban formadas por personas que querían la cofradía, y se sentían cofrades,
incluso se vendían las tribunas de la carrera
oficial agencias de viajes, etc…
Por otra parte había actos culturales, como
el concurso del cartel de la Semana Santa de la Cofradía, las camareras se
reunían para realizar sus labores, se realizó alguna exposición de carteles de
semana santa de todo el país, o excursiones por la provincia e incluso fuera de
las fronteras almerienses, exposiciones de maquetas de pasos, el concurso
infantil de la tarjeta de felicitación navideña, así como la fiesta de infantil de la cofradía, a los
boletines se intentaba dar un toque cultural introduciendo datos históricos, de
formación, de arte realizados por profesores de la Universidad de Almería, etc…
o abrir la casa hermandad dos veces a la semana los martes y los jueves durante
todo el año, para estar al servicio de hermano cofrade, ahí siempre estaba el
secretario, el tesorero y el mayordomo.
En lo institucional decir que se consiguió
que la corporación municipal acudiera al último día de triduo, así como acudir
miembros del Cabildo Catedral a los cultos cuaresmales como fue D. Bartolomé
Marín (q. e. p. d.), D. Juan López Martín, (q. e. p. d.), y todo gracias al empeño y al esfuerzo de la junta de
gobierno, en la que estuve trabajando en
aquellos años. Todos hijos de trabajadores, sin ser de gran élite, ni de la yet
almeriense, se consiguió recuperar la estación de penitencia dentro de las
naves de la S.A.I. Catedral de Almería, así como la aceptación por parte del
Ayuntamiento de ser Hermano Mayor Honorario de la Cofradía, que hay que decir
que el archivo fotográfico del acto oficial de aceptación ha desaparecido de la
Hermandad, porque claro, como hijos de apellidos comunes, pueden haber
conseguido tanto nivel para la hermandad, que en la época más reciente.
Yo trabajé, y mucho, me patee calles y plazas
para sacar un duro por la hermandad, trabajen con ilusión, porque veía a los demás
trabajar, cada uno en lo que sabía o podía, pero la verdad que la hermandad,
aunque algunos no lo admitan, estaba grande, con muchas carencias, fallos, con
una puesta en escena poco llamativa, todo eso lo admito, de verdad, pero
intentaba ser grande, por lo menos intentaba. Pero lo que si me da lástima, es
que todos esos pasos se han perdido. Pasos que constaban tiempo y trabajo,
ustedes creen que tener buenas relaciones con las instituciones eso nacen del
cielo, o con tan solo decir que como los conozco de una cena de la lucha contra
el cáncer o de una cacería ya está todo conseguido, pues no, nosotros no los conocíamos
de nada a nadie, y este que escribe en las vísperas de Semana Santa aparte de
entregar sus boletines a sus correspondientes anunciantes que eran muchos. Pues
bien, este que escribe entregaba boletín a los siguientes personas e
instituciones: Sr. Obispo, Vicario General, al desaparecido secretario
diocesano, hoy vicaria de vida seglar, al Deán de la Catedral, Alcalde de la
Ciudad, al Concejal de Cultura, al Presidente de la Diputación, al jefe de la
oposición del ayuntamiento, al jefe de protocolo del Ayuntamiento, al
Presidente de la Audiencia Provincial, al Subdelegado del Gobierno. A todos
estos personajes de la vida pública de la ciudad se le entregaba el boletín especial
de Semana Santa, así como el de Feria, si señor hasta el de feria. Y todo ese
trabajo perdido por culpa de la desidia y de la poca gana de trabajar. Siendo consecuencia
esta apatía el poco cariño y amor que se tiene por la hermandad. Por eso
siempre diré lo que han dicho muchos cofrades almerienses, no hay hermandades
rancias o no, hay hermandades que trabajan y otras que no trabajan. Lo siento
pero me duele que se pierda un trabajo realizado de muchos años, y que no
empecé yo, sino que ya venía de atrás. Lo vuelvo a decir que nadie se dé por
ofendido, cada época marca una realidad, y yo he hablado de la realidad que
viví, y como veréis, no he presumido del poquito patrimonio que se hizo en
aquella época, porque el artículo no era un biografía cofrade, ni un inventario
cofrade, solo era describir como se trabajaba en aquellos años.
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