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| Diego Valderas, ataviado como lo que es, todo un cacique |
Cuánto
he deseado escribir este artículo, es como un regalo de San Fermín que ha
querido regalarme a mis humildes sentidos, y es que, los que iban de políticos
perfectos, son unos verdaderos fariseos, solo hay que ver la noticia que traía
el diario ABC el pasado jueves, en el que podíamos deleitarnos con una
fotografía de primer plano del señor Vicepresidente de la Junta de Andalucía
Diego Valderas. El que iba de salvador, el hermano de los pobres andaluces, es
ahora un capitalista de los pies a la cabeza. De los que se van aprovechando de
los pobres de verdad, de los que espera que la miseria ahorque como si de una
soga se tratara, al podre desahuciado. Se acuerdan ustedes de aquellas
películas americanas de los años cincuenta, que nos retrataban la verdadera
escoria del capitalismo Neyorquino, pues, este hombre es igual es, o si me apuráis, hasta peor.
Y es
que el Señor Valderas, ha esperado que la entidad bancaria estrangularse a un
pobre trabajador de la provincia de Huelva, para que este se aprovechara de la
jugada, señor este que critica en sus mítines, a los bancos, y a las diversas
entidades bancarias, se inquina contra el sistema financiero, de que si los
banqueros no deberían de existir, el si debe existir, los demás no. Ahora como
una verdadera ave de carroña, le da mordaza en la nuca a su vecino. Conurbano
este que le pidió que le comprase la casa antes del embargo, para así poder
sanear su economía familiar, pero el negó, rechazó su petición, ignoró la
angustia que estaba atravesando este conocido suyo. Él lo único que supo hacer a sido aprovecharse
del sistema que tanto critica, para hacer crecer su patrimonio personal, acosta
de una familia que han sido víctimas de esta crisis. Y tan solo porque lo más
seguro que sabía que el voto o los votos de esa familia iban para otro partito
político del juego democrático. Ahora yo pregunto, si por saber que una persona
no es votante de ellos, con esa mentalidad trentisiana. ¿Qué hubiera ocurrido
si hubieran ganado la guerra civil del 36?, ¿hasta donde hubieran llegado sus
represalias? Esto cada vez me confirma más todavía que los extremos políticos
son más vengativos, y si no a los hechos me remito.
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