Alcazaba, ciudad de Almería. |
La verdad
que voy ha seguir con el blogs, gracias a todas las muestras de cariño y de
críticas que han llegado hasta mí. Tengo que admitir que se me ha subido el
ego, pero la culpa no es mía, sino de todos los que leéis Vetusta, porque todos
lo que entráis sois los que hacéis grande este blogs. También les doy las gracias
a todos los que decís que para que escribo, para que me molesto, que si me creo
que se lee mi blogs, pues puedo decir que Vetusta tiene una media de 120 visitas
diarias, subiendo los días que se publica, y si la publicación intenta
acercarse a la verdad por medio de la razón y de la lógica matemática pues más
aún. Mi sorpresa ha sido cuándo me he enterado que algunos clérigos de la
diócesis urcitana han visitado mi blogs, incluso le ha escocido mis
publicaciones, cuándo quiero aclarar desde estas humildes letras, que lo único
que intento trasmitir es lo que leo en otros textos, lo que han publicado
personas más relevantes que yo. Por ejemplo si hablo de liturgia, pues intento
trasmitir lo estudiado en la asignatura, o en los cursillos de la conferencia
Episcopal de Santander, con algunos ponentes como Juan María Canals, o Antonio
Alcalde. O el de Valladolid, donde conferenciantes como Aurelio García Macías,
o Monseñor Julián López Martin, de los cuales me he leído libros como En el
espíritu y la verdad, El domingo día del Señor, El año Litúrgico, así como los
diocesanos de Sevilla, Zaragoza o Teruel, nunca inventado, sino trasmitiendo lo
estudiado, o lo leído.
Si
hablo de policía, de filosofía, de sociedad, también es trasmitiendo
conocimientos, aunque si tengo que apuntar que ahí, si doy mi pequeña opinión, e
incluso dejo entre ver mi tendencia política, de la cual me siento, no
orgulloso, pero si dejar claro que no me avergüenzo.
A lo
largo de todo este tiempo, Vetusta ha intentado dejar clara la verdad, no
esconderla, pero si destaparla para que todo lector pueda disfrutar y a la vez divulgar
la verdad desde la perspicacia, para llegar a un razonamiento lógico, lleno de argumentos
que nos hacen disfrutar de una verdad que ha Vetusta junto con sus seguidores y
lectores los hacen libres. Gracias a todos, seguiremos caminando.
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