jueves, 27 de junio de 2013

DEBEMOS DEJAR TRABAJAR A LA CORONA, AL IGUAL QUE HEMOS DEJADO A OTRAS INSTITUCIONES EN TIEMPOS DIFÍCILES



Mucho se está hablando en coloquios, tertulias, hasta en las tiendas, peluquerías, supermercados, etc... sobre el tema tan candente de la Institución de la Monarquía en la Jefatura del Estado Español. La verdad que este que escribe es monárquico de los pies a la cabeza, no juancarlista, sino monárquico, defiendo que un monarca al frente de la jefatura del estado da unas garantías de estabilidad y de moderación que un presidente de la República, sobre todo en los momentos de crispación que a veces por cabezonería se puede llegar, el cual barrería mas por los intereses de su partido político dejando de ser moderador e imparcial.
La verdad que la monarquía está viviendo unos momentos muy difíciles, algo que nunca hubiéramos podido pensar. Cuándo casi toda la población miraba a los miembros de la Casa Real como algo sobrenatural, nos sorprende con las noticias del marido de la Infanta y la posible vinculación de su esposa.
Ahora yo pregunto, ¿Este es el momento de replantearse la forma de gobierno?, si seguimos los consejos de San Francisco Javier, no, porque en tiempo de desolación no es bueno hacer mudanzas, amen también de ver si por todos los casos de corrupción habidos en los políticos son también motivos necesarios para hacer desaparecer el sistema democrático o por lo menos el partido que los ampara. Porque si no mal recuerdo uno de los primero casos de corrupción fue el Guerra, el cual ni lo han expulsado del partido y sigue de diputado a cortes. Alguien hablo entonces de que debería desaparecer del mapa político el PSOE, o que deberíamos volver aun régimen dictatorial,  el señor Guerra por asuntos internos dimitió de su cargo de vicepresidente del gobierno, sin desaparecer de la vida política. O con la metedura de pata del caso GAL, cuántas instituciones deberían haber desaparecido. O el caso Pimentel, o el Bárcenas, debe desaparecer el PP, pues no. Pues por la misma regla de tres, no debe desaparecer la Institución de la Corona,como modelo político de nuestro país, por el hecho de tener, una oveja negra.  y es aquí donde los políticos deben de arroparla, porque todos tienen su alma en su armario.
Si opino, que los miembros de la Corona deben de ser ejemplares para la sociedad, sin tacha, un referente para la comunidad donde reinen, no ya que los veamos como cuentos de hadas, pero si como un ejemplo a seguir, un espejo donde debe mirarse el pueblo soberano. Este que escribe, cuándo descuidaba sus estudios para irse a la calle a jugar, me decía mi padre:” El Príncipe de Asturias estudia todas las tardes y no sabe lo que es jugar en la calle, y no le pasa nada, pues igual tú debes de hacer”.
Tal como esta el panorama político dejémonos de especulación y de experimentos, y dejemos la cosa tal y como está, que no es poco, y esos iluminados como el señor Anguita, que más que califa rojo, yo lo llamaría Santón, personaje iluminado por seres superiones de la época islámica como pudo ser el Santón de Ohanes, ya que parece en los medios de comunicación como un inspirado de un ser superior, así como a sus pupilos, que por tener once diputados en cortes ya se creen que España es el referente marxista europeo, pues aprovecho para  recordarle dos cositas, que si han resucitado es gracias a la crisis y que la resurrección no les garantiza calidad de vida, y si no veremos las próximas elecciones, así como refrescarles la memoria y decierles que si su partido es legal, es gracias a Juan Carlos I de Borbón, y a nadie más, ya que sus dirigentes muy bocas a toro pasado, pero antes del Sábado Santo del 77 estaban todos escondidos bajo las piedras, haciendo menos resistencia que una viga de caña.

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