Ntra. Sra. del Valle, Sevilla |
Vamos empezar una nueva colección de artículos, que
vamos a titular Marchas de Semana Santa, aunque también podremos incorporar marchas
de gloría. La temática va a ser historia, fecha, compositor, a quien va
dirigida dicha partitura, etc…
Vicente Gómez Zarzuela compuso esta portentosa marcha
procesional en memoria de su amigo Alberto Barrau, ahogado en un desgraciado
accidente en el río Guadalquivir.
La introducción está construida como un diálogo entre
los metales graves (melodía descendente) y la madera, indicado
"piano", y rematado con un acorde "fortissimo" de toda la
banda. Este esquema se repite en sucesivas modulaciones (mi bemol mayor, fa
menor, do menor, esta vez en una melodía ascendente). Tres acordes
"fortissimo" sobre la tónica y la dominante de do menor (tonalidad definitiva
de la obra) nos llevan al inicio de la primera sección.
El primer tema fluye con una dulzura exquisita,
caracterizado por un suave cromatismo y el rítmico acompañamiento en tresillos
de corcheas seguidos de blanca con puntillo en los clarinetes segundos y
terceros y saxos tenores. Esto, juntamente con el acompañamiento en las voces
más graves sobre figuras de negra, dotan a esta primera parte, a pesar de su
carácter doloroso y fúnebre, de un gran dinamismo.
Un crescendo intensísimo conduce a la reexposición del
primer tema en "fortissimo", que concluye con un acorde seco similar
a los de la introducción.
El segundo tema se inicia directamente en mi bemol
mayor, y refleja una atmósfera más sosegada, casi optimista, pero, tras un
crescendo da paso a un tercer tema, nuevamente en la tonalidad de do menor, y
de un extraordinario dramatismo, especialmente hacia el final, cuando, sobre
acordes pedal de los metales graves, la melodía es reforzada por una secuencia
de acordes en corcheas a través de sucesivas modulaciones, hasta culminar
nuevamente en un poderoso acorde (fa sostenido-la natural-do-mi bemol). Tras
esto, un impresionante "pianissimo" centra la armonía nuevamente
sobre la nota sol, dominante de la tonalidad (do menor), y da paso a una breve
e intensísima coda a cargo de los clarinetes y saxos en sus registros más
sombríos.
La marcha se extingue como un corazón que dejara de
latir, en un susurro.
Se
estrenó el día 7 de abril de 1898, Jueves Santo,
En
1901 fue instrumentada para orquesta con la finalidad de ser interpretada en el
Ofertorio de la Función Principal de la Hdad. del Valle del
Viernes de Dolores. Ha sido grabada en multitud de ocasiones (unas veinte veces
ha sido recogida fonográficamente), destacando la grabación de la Sociedad
Filarmónica Ntra. Sra. de la Oliva en el disco "Sevilla Llora" del
año 1998 y como conmemoración de su Primer Centenario. Extraordinaria también
la grabación de The London Philharmonic con la adaptación para orquesta de
Antón García Abril para la película "Semana Santa" de Manuel
Gutiérrez Aragón.
Sobre
esta marcha hay que apuntar algo que no debe pasar desapercibido. Gómez-Zarzuela
no fue un gran compositor para banda. Tenía sus motetes y piezas de cámara,
pero el hecho de que "Virgen del Valle" haya
llegado donde ha llegado ha sido gracias, sobre todo, a la mano de Manuel Font
Fernández de la Herranz, padre de los Font de Anta y maestro de Gómez-Zarzuela.
Él fue quien la instrumentó en su momento, y quien es músico sabe perfectamente
que, una misma marcha instrumentada de 2 formas distintas, puede hacer que una
de las versiones no se parezca en nada a la otra.
Cuando se instrumenta para banda una marcha, por ejemplo, el músico instrumentador arregla y cuadra las melodías, reparte las voces, añade contrapuntos, acompañamientos, etc, etc...
Lo que quiero decir es que la marcha que en su día ideó Gómez-Zarzuela no tenía nada que ver con la que conocemos nosotros, y me juego lo que sea. Esa marcha, al pasar por la mano del maestro, Font Fernández (quien conocía como la palma de su mano la plantilla de una banda de música) seguro que cambiaría por completo, quedaría mucho más completa que como la concibió realmente Gómez-Zarzuela. Y al parecer, la marcha volvió a ser instrumentada posteriormente por Ricardo Dorado, dando lugar a la "Virgen del Valle" que nosotros conocemos hoy.
Cuando se instrumenta para banda una marcha, por ejemplo, el músico instrumentador arregla y cuadra las melodías, reparte las voces, añade contrapuntos, acompañamientos, etc, etc...
Lo que quiero decir es que la marcha que en su día ideó Gómez-Zarzuela no tenía nada que ver con la que conocemos nosotros, y me juego lo que sea. Esa marcha, al pasar por la mano del maestro, Font Fernández (quien conocía como la palma de su mano la plantilla de una banda de música) seguro que cambiaría por completo, quedaría mucho más completa que como la concibió realmente Gómez-Zarzuela. Y al parecer, la marcha volvió a ser instrumentada posteriormente por Ricardo Dorado, dando lugar a la "Virgen del Valle" que nosotros conocemos hoy.
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