Viendo
la buena acogida que está teniendo las rimas y leyendas por parte tanto de mis
seguidores almerienses como por los hispalenses, decido seguir con algunas que
otras historias que han marcado esos años cofrades que tanto he disfrutado en
mi querida tierra que tanto amo y que tan solo le deseo que siga creciendo
tanto de forma cualitativa como cuantitativamente.
Hay una leyenda que me acuerdo que decía un
buen amigo mío el cual, como sigo haciendo por norma, de no dar el máximo de
pistas posibles, aunque tengo que confesaros que tan solo un lector está
teniendo el privilegio de saber quiénes son los correspondiente fantasmas.
Continuo diciendo que un buen amigo mío que lo sigue siendo, claro está,
machista, al cual le recuerdo que nacido de mujer no de hombre, me dijo
sentando cátedra que la Hdad. del Gran Poder de Sevilla, jamás de los jamases,
permitiría la presencia en la estación de penitencia hacía la catedral del sexo
femenino. Cual fue la sorpresa cuando en el 2010 la corporación de la Madrugá
sevillana dio este paso, y sin tener que esperar al decreto del Arzobispo de
Sevilla del 2011, pero cuando esta persona lo comentaba, lo decía en forma que
como he comentado anteriormente de sentar cátedra, como si él fuera miembro de
la junta de gobierno de la hermandad, vamos no como un simple sevillano que
visita todos los viernes la Basílica del Gran Poder, no, no… sino como si fuera
el mayordomo de la hermandad, como si en él estuviera la verdad, y mas porque
le contradije diciendo que tarde o temprano lo permitiría, ya que los tiempo
van cambiando. Bueno para que dije mas, vamos me dijo que no sabía yo la
barbaridad que estaba diciendo y que la ignorancia no podía ser castigada. Yo
callé para no calentar mas el tema, pero años mas tarde, el tiempo me ha dado
la razón, y es que los tiempos cambian, como decía una canción de Mercedes
Sosa, “Todo, todo cambia”. Pero yo sigo diciendo lo mismo que al final de todas
las rimas y leyendas, y es que el catedrático este, es de los que van a
Sevilla, toman churros en Guadix, y a las dos de la tarde están almorzando en
los Abades de Aguadulce, es decir en total no están más de 5 horas en la
capital de Andalucía, ¡pero ojo!, son los que deciden lo que tienen que hacer
las hermandades sevillanas.
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