Ntra. Sra. del Carmen de la Hdad. de Sta. Catalina Foto y fotomecánica: E. Jesús Díaz Pérez |
Todos
los días salgo o no el sol, la invocan. Todos los días del año, ese año que se
hace día y ese día, que se hace año, y año que pasa a escribirse por los amanuenses
en plural. Pero es así como los hombres de la mar invocan a su Reina y
protectora, todos los días, con verdadera constancia, sin dejar de pasar ni un
solo día. Hombres de tez ruda y cauterizada por el astro rey, que cada noche salen
de sus hogares con la esperanza de traer a rebosar sus redes que esa misma
mañana acompañados por el sol, han hilado con esmero y mimo, como si les fuera
la vida en ellas misma, y es que así es, su vida les va en ellas, porque esas
redes que remendaron sus propias manos, para que estas se conviertan en el pan
de cada día de sus hogares, redes y oraciones, madera húmeda y fases de luna,
son la herramientas fundamentales e imprescindibles del artesano de la pesca. Si
no me he equivocado en nombrarlo, el
artesano, porque el salir de pesca es un arte no reconocido, así como olvidado
por la sociedad estresada que vivimos, aunque en el olvido siempre queda el
recuerdo, pero ellos siguen igual, como si los años no hubieran pasado por esa
elabora, los cuales siguen con el mismo ritual como el primer día. Generación tras
generación, siguen siendo fieles a sus oraciones diarias, hombre rudos que nunca
les da avergüenza de imploran la protección de su Celestial Madre del Monte
Carmelo.
Así
cada 16 de julio, no es solamente es el día de la Virgen del Carmen, advocación
mariana universal por excelencia, sino también, es el día de todos lo hombre y
mujeres que trabajan manualmente años
tras años con sus propias manos contra viento y marea, para poder llevar el
bienestar a sus hogares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario