viernes, 11 de noviembre de 2011

LA VIDA EN LAS CIUDADES DEL ALANDALUS

Dibujo del puerto de Almería (Bayana),
Dibujo realizado por E. Jesús Díaz Pérez

Los musulmanes crearon en al-Ándalus más de veinte ciuda­des (Murcia, Badajoz, Úbeda, Madrid, etc.) y engrandecieron y consolidaron muchas de las ya existentes.
En las ciudades se reunían todo tipo de gentes, independiente­mente de sus creencias o de su origen, sobre las que destaca­ba una clase media formada por pequeños comerciantes, arte­sanos, médicos, artistas, letrados, etc.
En ella, se dieron cita también distintos grupos étnicos.
Los principales, además de los de origen árabe y de los bereberes, procedentes del norte de África, eran los muladíes, personas de origen hispánico que optaron por convertirse al islamismo; los mozárabes, es decir, hispanovisigodos cristianos que vivían en los territorios dominados por los musulmanes; los judíos, que vivieron aislados en sus propios barrios y ajenos a la vida política, aunque llegaron a tener una gran influencia cultural y económica, y, por último, los esclavos africanos o europeos, paganos o convertidos al islam.
La estructura básica de las ciudades andalusíes constaba de un núcleo central, llamado medina, que estaba amurallado, y una serie de barrios exteriores o arrabales.
La medina constituía la parte destinada a toda clase de activi­dades (administrativas, mercantiles, industriales, culturales, re­creativas, etc.), y sus calles eran las más ajetreadas y bullicio­sas de la ciudad. En ella, se encontraba la mezquita mayor (aljama) y los principales centros comerciales. Entre ellos esta­ban el zoco o mercado, formado por tiendas abiertas a la calle donde se vendían artículos corrientes, y la alhóndiga, un edifi­cio donde se almacenaban las mercancías venidas de fuera y se alojaban los mercaderes.
Los artesanos trabajaban en talleres que solían agruparse en el mismo barrio urbano. En cada barrio, se nombraba una per­sona que respondía de que el trabajo se llevara a cabo de acuerdo con las normas establecidas en el Corán.
Los arrabales constituían las zonas de vivienda y sus calles eran estrechas y sinuosas.Recoge en un mapa conceptual o en un esquema la compo­sición de la población en al-Ándalus.

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