lunes, 17 de octubre de 2011

LA ESENCIA PRIMORDIAL DEL HOMBRE ES EL AMOR

Cartel pegado en la marquesina de un parada de autobuses, distrito Macarena, Sevilla
Fotografía: E. Jesús Díaz Pérez.

Como pueden ver un señor busca novia a la desesperada, sin importarle nada, solo pone algunas condiciones como el pelo y algo más, pero lo más importante es que lo quiera, que se pueda enamorar, que nazca entre los dos algo una unión que tenga por base el respeto mutuo, emanado del amor.
El cumbe de una relación entre dos personas es el amor, aunque algunos filosofías de los 70 nos quieran vender que es una cosa cursi, sin amor entre dos personas no puede haber convivencia alguna. Del amor sale el respeto mutuo, el aguante que puedan tener unos con otros, sin amor no hay perdón alguno, ya que esta realidad nace desde el amor. Ustedes no se han dado cuenta que cuando hay amor y se perdona se olvida totalmente, en cambio cuando ese perdón no nada en el inmenso océano del amor es cuando se dice esa frase tan escuchada en nuestros oídos, “yo perdono pero no olvido”. Pues con esta actitud no esta haciendo nada, ya que el olvido de esa acción realizada por otro, en la cual no tenía cabida el amor, si no es olvidada, pues no se realiza, es decir, el olvido del mal es la parte esencial del perdón.
Pero volviendo a lo que estábamos hablando, este señor que ha pegado por las paradas de autobuses del distrito Macarena estos carteles los cuales yo fotografié en una calurosa tarde del mes de agosto. Busca eso amor, algo tan sencillo pero a la vez tan complicado, algo difícil de encontrar, pero tan anhelado por el hombre, solo unas muestras de cariño y ese animal llamado hombre se convierte automáticamente en ser humano. Según dicen algunos historiadores que el General Franco en sus últimos años de gobierno estaba falta de amor filial, ya que el ambiente que se respiraba en su hogar era todo lo contrario a lo que un anciano necesitaba, otros incluso cuentan que las visitas protocolarias que hacia la entonces Princesa Sofía con los infantes al Pardo, le servían al General como de medicina, ya que en sus conversaciones encontraba el afecto que un anciano necesita para sobrevivir en el paseo final de su vida.
En definitiva en el amor es el antídoto que necesita el hombre para humanizarse, es la pink o clave para que el hombre deje de ser animal para hacerse ser humano.  Es la pieza elemental o esencial para que ese milagro que se llama realidad humana se dé en el hombre. 

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