Han pasado toda la noche despiertas, los priostes y vestidores de sus hermandades, no las han dejado descansar ni un solo momento, todo se lo han puesto bien a punto, la cera, flores del más variado gusto, alfombras persas o egipcias, las mejores alhajas realizadas por vetustos artesanos, corona real o diadema de la alta nobleza, que solamente las lucen en los días de fiesta, los pesados mantos de terciopelo, sedas y oro que los ostentan cuando las Señoras van de Reinas, como en el día de su onomástica o en la Estación de Penitencia. Si faltaba algo, otra vez esa marea de incienso con olor a perfume, que ni ellas todavía saben cómo lo pueden aguantar, que paciencia tienen. Lo más asombro de todo esto es que cuando las terminan de arreglar se han convertido en generalas con fajín en la cintura, emperatrices de su parroquia, si es que comparten hermandad con otras más recientes, y a la vez saldrá publicado su devoto besamanos en la prensa local, vamos si nos paramos a pensarlo bien, nuestras Dolorosas son de derechas y monárquicas.
Pero lo peor toda esta historia ha sido la noche que han pasado, parecía que no iban a terminar nunca, moviéndolas de allá para acá, de un sitio a otro, probándoles más de una blonda, miles de mantillas y como varios rostrillos, y la final van ustedes y las ven como han quedado, porque este hagiógrafo ya no sabe ni lo que le han dejado puesto, con tanta puntilla habida y por haber, ha habido momentos en el que se les veían agotadas, con unas caritas de resignación que daba cuita contemplarlas. No digamos nada de las joyas, que si no tenían suficientes en el joyero, para más inri, se las prestan las camareras, pero Dios Santo, si Ellas son simplemente María.
Pero los priostes de sus respectivas hermandades le parece poco para ellas, no las quieren sencillas, al revés, las quieren igual que las reinas cuando España era un imperio, una lleva hasta diadema de oro macizo en las sienes, la otra coronas real del exiliado monarca, en fin, ya está todo preparado, solo falta que San Pedro y Santiago abran sus respectivas puertas para que ellas reciban a todos sus devotos en el besamanos de su onomástica, siendo esto más liviano, ya que disfrutan siendo Mediadoras Universales, aunque al final terminan algo fatigadas sobre todo por los flash, así como por los comentarios destructivos del personal oposicional de sus hermandades, pero por los demás, Ellas tan felices recogiendo con la ayuda de Santiago y San Pedro las oraciones de todo un pueblo, que las quieren y las miman.
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