Todo ha pasado, han vuelto a sus capillas, otra vez la rutina de todos los días, atrás han quedado la ilusión de sus cofrades, el original tocado, el montaje de la capilla, el desfile de personas por delante de Ellas, las felicitaciones, el poder recoger de los labios de cada devoto esas oraciones, suplicas o acción de gracias que les brota de los más hondo de su corazón.
Ellas después de todo vuelven satisfechas a sus capillas, el cansancio no las rinde porque saben muy bien que en esta tarde ellas han sido el Auxilio de los Cristianos, así como el Consuelo de los Afligidos, y han hecho todo lo posible para aliviar los Dolores a los humildes así como compañeras de la Soledad de los mansos de corazón, serenando las Angustias de los que sufren en medio de las guerras de la humanidad.
Nos tocará otro año más de espera, para poder mirarlas de nuevo a la cara, en ese tú a tú, que las hacen mas humanas, así como mas cercanas a nosotros.
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