Cada vez que prendo el televisor, hay alguien que me asombra, que me alarma, incluso me ahuyenta. Sobre todo si el sujeto es de una cierta clase y advierto que por avaricia de protagonismo y de dinero, no hace antipatía alguna en protagonizar debates en ciertos programas basura, como es La Noria. En concreto estoy apuntando a la que fue diputada por Esquerra Republicana de Cataluña, Dña. Pilar Rahola.
No entiendo como personas que fluyen de familia política de alto nivel, cuya ascendencia llegó incluso a tener cartera de ministro, como su predecesor, don Pedro Rahola Molina.
Que para más inri, disfruta de un doctorado en Filología Hispánica y otro en Filología Catalana y que se han ganado a pulso un escaño en el Congreso de los Diputados, ahora se preste a participar en programas basuras, donde la educación y la buena presencia brillan por su ausencia, mostrándonos su lado más trivial y egocéntrico, así como su política autoritaria, basada en contra los derechos de la libertad.
Es más, si ella no quiere tener nada con España, porque se considera catalana y no española, se lo respeto hasta el punto de aconsejarle que no participe en programas de índole nacional y que no coma más del bote, como lo está haciendo Belén Esteban. Porque creo que tiene una trayectoria suficiente tanto académica como política, para no compararlas, aunque podemos llegar a la conclusión que están las dos cortadas por la misma tijera.
La verdad que me espanta los programas de ciertas cadenas, pero ver personas de carrera mostrando su lado más feo, por decirlo de algún modo, me parece un poco humillante para ellos, creo que pierden lo que nos hace seres humanos, que es la dignidad, dejando a la vez su categoría de persona, porque si se pierde lo primero se carece de lo segundo.
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