sábado, 7 de agosto de 2010

HAY JUEGOS QUE NUNCA PASAN, PERO SUS ÍDOLOS SI

Pasa el tiempo sin detenerse, el pasado forma parte de nuestro presente a cada décima de segundo que discurre por nuestra vida, y nuestros ídolos se quedan atrás en el camino, aunque digamos, que como ellos no ha habido otros.

Hoy he recordado cuando jugaba al fútbol con mis colegas de barrio, cuando todos queríamos ser Butragueño, Michel o Hugo Sánchez, jugadores en aquella época que estaban en la cima del fútbol español y que cualquier colegial soñaba en ser igual a ellos.

Por el contrario, hoy he paseado por una de las plazas de Vetusta, más concretamente por los jardines de Padre Méndez, pudiendo observar a unos benjamines en edades comprendidas entre los ocho y diez años como jugaban al fútbol, y no he podido evitar observar como lo ejercían con la misma entelequia, que cuando yo jugaba con mi caterva de amigos, con las mismas voracidades de vivir y de anhelar ser el mejor jugador del mundo, aunque tan solo sea por unos minutos, en esos partidos que se disputan y que siguen disputandose en las plazas y calles en los tímidos atardeceres de verano.

El querer compartir con todos vosotros este recuerdo, ha sido, gracias a estos chiquillos que jugaban en el parque, siendo ellos los culpables de traerme a la memoria tiempos pasados, he podido observar que hoy como en todas las épocas, tambien se sueña, siendo lo único que nos diferencia de ellos, es que los personajes han cambiado, como puede ser el albaceteño Iniesta, o el asturiano Villa, o como he oido hoy al pequeño del grupo, "yo me quedo de portero pero soy Casillas". Sea cual sea, lo importante es que en esos minutos de juego, en cualquiera de las arteras de nuestros pueblos y ciudades, eres el chaval mas feliz del barrio.



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