miércoles, 18 de agosto de 2010

EL HOMBRE, POSIBLE LUGAR DE UNA REVELACIÓN DE DIOS

El hombre es el único lugar posible de la revelación natural de Dios, y esa revelación para que se dé, ha de tener como destino al hombre, que está dispuesto para que esa revelación se dé. Si una revelación aconteciera, el hombre estaría dispuesto para responder.

Necesariamente esta revelación debe darse en la historia y por la Palabra:

* En la historia, porque es el espacio de libertad y decisión del hombre. En esa historia es en la que el hombre es hombre, y ahí es donde debe darse esa posible revelación. El hombre es un ser histórico y sólo es hombre en la historia, el espacio y el tiempo.

* Por la Palabra, el hombre es comunicación, de manera que esa revelación debe hacerse desde la Palabra. Así pues , la experiencia religiosa debe ser dialógica entre el “Tú” trascendental de Dios y el “Yo” del hombre. La Palabra, que es una realidad constitutiva del hombre, es la única forma en que la Revelación puede llegar hasta él. La palabra es intersubjetiva, y “el hombre que otea” está a la espera a ver si escucha. La palabra nos ha sido dirigida, y Jesús es esa Palabra de Dios que se hace Historia.



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