viernes, 2 de julio de 2010

VENERABLE MADRE MARIA PURISIMA DE LA CRUZ

Vivía en el barrio de Salamanca de Madrid, de familia acomodada, cuando la mayoría de las mujeres no podían usar los zapatos de tacón, porque no se los podía costear, ella era lo primero que se ponía en la mañana, como familia aburguesada veraneaba en la Sierra de Madrid, en la finca de la familia, ella no servía a nadie, si no era servida, estudiada en los mejores colegios de Madrid, bien formada por las mejores institutrices, sus amistades eran de clase alta, solía salir con la flor y nata de Madrid, en los años de hambre y miseria de la década de los 40, se divertía en el teatro o en el cine con las chicas de su edad etc…

Pero el Señor dijo de cambiarle a esta mujer la vida y darle un vuelco para quedar irreconocible, y para mostrarle el camino se valió de las hermanas de la Compañía de la Cruz, vamos las hermanas de Sor Ángela de la Cruz.

Y desde que las conoció y decidió ingresar en la Compañía, su vida fue cambiando por momentos, no por años sino por momentos, rápidos y eficaces, pasó de ser servida a servir en los suburbios mas inhóspitos de la capital hispalense, de lucir ropa y zapatos de modelo, al hábito de estameña y alpargatas de esparto, descansar en los veranos en la finca de Madrid, a dormir una noche si y otra no y la que no se duerme por cuidar enfermos a la mañana siguiente se continua trabajando en casa, fue maestra de niñas huérfanas o de barios marginados.

Como pueden ver fue un cambio radical y total, ¿pero porqué? Muy sencillo, porque se enamoró de Jesús, y su gran amor estaba en cada uno de los necesitados o marginados de nuestra sociedad. Estos y otros motivos, son los que han valido para que el próximo día 18 de septiembre, en la ciudad de Sevilla, Madre Purísima sea elevada a la categoría de Beata de la Iglesia de Roma, como ejemplo de como en la tierra se puede ir construyendo el Reino de Dios.

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