miércoles, 28 de julio de 2010

LIBERDAD, ESO SI ES UNA UTOPÍA

A menudo oímos la palabra libertad, sobretodo muy usada en la boca de los políticos, la cual, lo se lo creen ni ellos, lo que en verdad significa el término LIBERTADA.


La verdadera libertad, la que se escribe con mayúsculas, nace en el acto volutivo de la persona, en lo mas hondo de ser, recociéndose primero así mismo y luego aceptándose tal y como es, este sería el primer paso, continuando con la aceptación de la realidad que le rodea, pero aceptarla tal y como es, adhiriéndose a ella formando una sola realidad, y un tercer paso definitivo sería, vivir esa realidad lo mas intensamente posible.


Cuándo los ideólogos o políticos nos hablan de libertad, yo los veo como meros charlatanes, los cuales no saben lo que dicen, ni tan siquiera se aproximan al verdadero término. ¿Es que yo soy mas libre, por introducir una papeleta en una urna una vez cada cuatro años?, o ¿soy mas libre por digo a que religión pertenezco o que ideología tengo?, o hay mas libertad, ¿porque se habla de sexo en la calle como un tema cualquiera?


En las dictaduras soviéticas, como es el caso de Cuba o de China, o en las fascistas, uno puede ser el hombre mas libre, aunque te prohíbían vivir tu religión, expresar tu ideología o así te tengan preso en un campo de concentración, incluso ser torturado, simplemente, tienes que aceptando desde un acto volutivo de tu ser, la realidad que te rodea, y eso solo puede ser realizado desde el AMOR.


Esta es la palabra clave para llegar a la libertad plena, es la palabra que nos ayuda a sumergirnos en esa realidad, es el acto rey de nuestra existencia, tan solo hay que ver como actuaron Jesús de Nazaret, Gandhi, Martín Lutero King, Mandela, etc…, u otros mas cercanos a nosotros como madre Teresa de Calcuta o Sta. Ágela de la Cruz y como la Venerable Madre María de la Purísima de la Cruz. Siempre actuando desde su libertad, sin ninguna coacción, acogiendo la realidad y sumergiéndose en ella. En estos personajes se puede observar como recibían las descargas sociales en su martirio o en su vida cotidiana y lo aceptaban con toda felicidad.


Si nuestros políticos actuarán así, y nosotros aceptáramos nuestra vida tal y como es, dejando de soñar con cosas inecesarias e inadecuadas para nosotros y acogiéramos la dinamis de nuestra realidad, haciéndola nuestra, seriamos verdaderamente libres y en consecuencia condicional seríamos mas felices.



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