EL REINO DE DIOS

Con frecuencia el reino de Dios se ha presentado en la Iglesia como sinónimo de la vida que se alcanza después de la muerte y esto ha hecho que para muchos el reino fuera una realidad desconocida de la historia, lo que ha generado una religiosidad despreocupada de los problemas humanos. En el fondo se trata de un problema tipo de aquellos que tienen el porvenir resuelto en este mundo. Para conseguir la vida definitiva, al hombre le basta cumplir los mandamientos, como Jesús le dice al joven rico, y no hacerle daño a su prójimo. Pero puede hacer más, puede hacer a los otros todo el bien posible. Debe pasar del mínimo de amor al máximo de amor. Lo que Jesús pide al rico le permitirá entrar en la vida definitiva, pero éste buscaba alcanzar la vida futura y no estaba preocupado por transformar ésta. Para entrar en la vida eterna hay que seguir a Jesús y asumir su proyecto, que sólo es posible llevarlo a cabo contando con Dios. Jesús no oculta que la adhesión a él será causa de conflicto y persecución, pero no existe otro camino para el desarrollo de la humanidad.